Como
se puede constatar en la tabla, sólo dos variables se ven afectadas
por dependencia con la variable de referencia "tipo de personal",
éstas son: "Conocimientos complementarios sobre leyes y normas básicas
de convivencia" y "Gestión de las actividades formativas por parte
de las embajadas".
Por
una parte, los sujetos que respondieron desde los consulados, valoraron
más positivamente que el personal de embajadas la necesidad de que
la formación a distancia contemple conocimientos complementarios
sobre leyes y normas básicas de convivencia. Con una diferencia
de medias de 1,167 para los sujetos de las embajadas y de 1,838
para los sujetos de los consulados.
Por
otra parte también podemos constatar que hubo un mayor número de
sujetos de de embajadas que de consulados que valoraron como poco
apropiado la gestión de las actividades formativas por parte de
las Embajadas. Con una diferencia de medias de 2,29 para las embajadas
y de 1,40 para los consulados
4.3
CONSIDERACIONES SOBRE LOS RESULTADOS Y PISTAS PARA FUTURAS ACCIONES
SOLIDARIAS
Conviene
reseñar en primer lugar que cuatro de cada diez técnicos han respondido
a la encuesta considerando de gran interés que el estado español
promueva la formación de inmigrantes en sus países de origen. Un
análisis más detallado de las respuestas emitidas indica que los
respondientes en este sentido se encuentran mayoritariamente destinados
en países con baja renta percápita. Por otro lado, es reseñable
que siete de cada diez otorguen alta importancia a la utilización
de la enseñanza a distancia para este tipo de formación, lo que
nos confirma la hipótesis de partida que hemos venido fundamentando
en la primera parte de este trabajo.
En
cuanto a los contenidos que se consideran básicos en los currícula
de las posibles acciones formativas se observa que más de la mitad
de los encuestados prioricen el conocimiento de la lengua castellana
(porcentaje que se eleva considerablemente si se tiene en cuenta
que los cuestionarios procedentes de países hispanoamericano dan
por supuesto este dominio en sus poblaciones de origen). Igualmente
reafirman los planteamientos propuestos según los cuales los programas
de alfabetización funcional que pudieran organizarse han de contener
claras referencias al conocimiento de los servicios públicos básicos
(educación, sanidad, vivienda, servicios sociales y de asistencia,
ONG y trabajo e inserción social).
Finalmente
es importante subrayar que seis de cada diez encuestados sugieren
la acción interinstitucional en la programación de la formación.
Por ello nos atrevemos a interpretar sus opiniones planteando la
constitución de un triángulo de acción interinstitucional formado
por Universidades (españolas y de los países de origen),
Administraciones Públicas del país emisor (ministerios de
Educación y Asuntos exteriores) y Oficinas Técnicas de Cooperación
de la AECI, con el apoyo de los consulados de España y de ONG
especializadas que operan en aquellos países en los que se realicen
las acciones formativas.
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