2.2.3. La
detección de biendotados por observación en el Cuestionario ST-33785
En nuestro
cuestionario y, en general, el maestro es quien ocupa la posición
clave para la identificación del sobredotado.
Así, el docente, para emplear el test de detección de bien-dotados,
en buena teoría científica recurrirá a los padres, a otros adultos
asociados con el niño, como encargados de educación física, pediatras
y clínicos, trabajadores sociales, líderes de grupos infantiles,
maestros de años anteriores, etc. La observación del niño en diversas
actividades y situaciones pueden proporcionar un cuadro comprensivo
de su desarrollo en las áreas sobre las que indaga este instrumento.
Más adelante, en el epígrafe correspondiente a la descripción del
instrumento profundizaremos sobre este tema.
La tarea de identificación no siempre resulta fácil, antes al contrario,
el docente, pedagogo o encargado al que corresponda la labor, suele
encontrarse con graves dificultades. Intentaremos exponer a continuación
algunas de las que pueden aparecer al emplear el test de detección
de bien-dotados. En la más temprana niñez los niños aprenden a decir
y hacer aquellas cosas que les proporcionarán la aprobación y el
elogio de los adultos. A medida que se hacen mayores, su mayor satisfacción
se deriva de la aceptación de sus iguales, quienes a menudo se resienten
de su superioridad. A causa de esto, el niño bien dotado, a veces
consulta su capacidad para responder correctamente, desempeñarse
bien, seguir con eficiencia las directrices o terminar con rapidez
una tarea.
Por otra parte, al buscar atraerse el elogio de los adultos, puede
tender a imitarlos en el modo de hablar y de comportarse, y parecer
así excesivamente madura y "adelantado para su edad". En realidad,
lo que sucede es que ha adquirido con facilidad y prematuramente
ciertos patrones de reacción y un vocabulario adulto que no se basa
en una verdadera comprensión.
Hemos de señalar también que en la clase, los maestros son propensos
a exagerar el valor de la inteligencia de los niños aplicados, obedientes,
no rebeldes, etc. El niño que es independiente en su pensar o
comportamiento, o que formula preguntas embarazosas, resulta a veces
irritante para el maestro y no logra su aprobación. (Educational
Policies Comisión, National Education Association: "Education of
the Gifted" Washigton, National Education Association, 1960).
Otro punto
a destacar proviene del hecho de que el niño más dotado, en la clase
puede parecer uno de los menos capaces de su grupo, a causa de su
falta de interés en la rutina, o porque su desempeño está bloqueado
por problemas emocionales. (National Societu of the Study of Education): "The
Education of exceptional children". 49th. Yearbook, part II,Chicago,
University of Chicago Press, 1960). Otra dificultad que puede aparecer
consiste en que, en algunos casos, más que una global inteligencia
superior o un interés especial, el desempeño sobresaliente puede
denotar una combinación de ciertas capacidades, tales como especiales
características musculares o mentales, unidad a una rápida orientación,
concentración y/o interés. (Garrison, Karl, C. "The Psychology of
Exceptional Children" New York. The Ronald Press Company, 1960).
Como afirma Martens ( Martens, Elise H. "Currículo Adjustement for
Gifted Children", Washington, United States Goverment Printing Office,
1956), "la prueba final del genio se encuentra en la obra que el
genio produce". Efectivamente, en este postulado se basa la obtención
de bien dotados por observación, y, naturalmente, el test de detección
de bien-dotados. Sin embargo, señalábamos líneas atrás, que el desempeño
efectivo del bien dotado puede verse bloqueado por problemas emocionales
o de cualquier otra índole (respecto a la problemática del bloqueo
del niño bien dotado y sus capacidades potenciales, véase Mackinnon,
D.W. "Personality and the realization of creative potential" American
Psichologist, 1965, 20,73). Esto supone una fuerte crítica a los
cuestionarios de observación. El test de detección de bien-dotados,
intenta soslayar, en parte, esta dificultad, enfocando los items
en forma potencial ("realiza o podría realizar..."), de tal forma
que el observador pueda puntuar alto al niño en el item correspondiente
aunque el sujeto no "haga de hecho" lo que el item indica, pero
posea potencialmente la facultad de hacerlo. Naturalmente, esta
solución no está exenta de críticas, pues, de alguna manera, esto
implica una cierta pérdida de objetividad para el instrumento, pasando
a depender, quizá en exceso, de la precisión del observador. Esta es una de las cuestiones que analizaremos en los problemas
planteados más adelante.
Otras dificultades que deben tenerse presentes, brevemente expuestas
son las siguientes: - La tendencia
del maestro (que, como hemos señalado, será quien principalmente
emplee el test de detección de bien-dotados) a acentuar y recompensar
los éxitos en tareas intelectuales, y en su fracaso para reconocer
el valor de la capacidad en actividades manuales, música, arte
y relaciones ("The Education of Superior Children" New York, N.Y.
Burcan of Reference, Research and Statistic, División of Currículo
Research, Board of Education, 1955).
- La discrepancia entre el desarrollo intelectual del niño y su
madurez física y social.
- Celos del maestro de las capacidades
del niño bien dotado que a menudo sobrepasan las propias.
- Dócil aceptación del niño de un trabajo escolar no exigente.
( Op. Cit.)
Estas son pues
algunas de las dificultades con las que se enfrenta el especialista
al emplear el test de detección de bien-dotados. Nuestra labor consiste,
fundamentalmente, en comprobar, con la mayor objetividad posible,
si, a pesar de estas dificultades, posee la suficiente precisión
para ser usado en nuestro país.
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