5.2.4. Valoración de los resultados obtenidos: cuadros comparativos

El procedimiento de trabajo siempre tuvo en cuenta dos consideraciones fundamentales que están totalmente relacionadas y se complementan. La primera, la presentación de las palabras escritas se realizaba en una fracción de tiempo muy breve (1 o 2 segundos) para favorecer el uso únicamente de estrategias de reconocimiento o lectura global de las palabras. La segunda, no era permitida la posibilidad de aparición de errores, es decir, superado el tiempo de presentación sin respuesta o lectura válida, el logopeda daba la respuesta o lectura correcta para facilitar de nuevo la asociación entre el reconocimiento global ("ruta directa") de las palabras dudosas y su significado real (grafía y sonido).

Figura 5.2.4.a. Léxico.

Relación de palabras seleccionadas para trabajar con el caso

Se adoptó como base el conjunto de 16 palabras antes mencionadas. Se realizaron seis sesiones de presentación de palabras o entrenamiento durante seis semanas consecutivas con los programas Word Gallery, Pequeabecedario y las actividades 3, 4, 8 y 9 del Escucha. Superado este período, se evaluó en nivel de recuerdo en el rendimiento o eficacia lectora aplicando dos controles de evaluación, el primero de ellos a los 25 días después de haber finalizado el entrenamiento  en reconocimiento global o "ruta directa" de las palabras escritas; y el segundo de ellos, a los 55 días de haber finalizado el entrenamiento. El proceso de evaluación se llevó a cabo exclusivamente por medio del Word Gallery en las sesiones de control. Los resultados quedan reflejados en el gráfico:

Figura 5.2.4.b. Gráfica de entrenamiento “Ruta Directa”.

Representación de una gráfica controlando los aciertos y errores a lo largo de 6 sesiones de trabajo y 2 de control

Durante las seis sesiones de presentación de palabras escritas o entrenamiento en lectura global llegó a manifestar una buena recuperación del reconocimiento de alguna de ellas.

Todas aquellas palabras que no eran leídas con corrección eran presentadas posteriormente en una segunda relación, una vez finalizada la presentación de las 16 palabras que componen el programa, según mostramos en la gráfica.

Figura 5.2.4.c. Gráfica de entrenamiento “Léxico Trabajado”.

Representación de una gráfica controlando las respuestas ofrecidas según se hayan realizado durante el entrenamiento o durante los controles

5.2.5. Conclusiones

A pesar de ser un estudio realizado hace años, creemos que conserva plenamente toda su vigencia un cuanto a su espíritu y a la finalidad del mismo. Este estudio tan solo pretendía demostrar que ciertas herramientas rehabilitadoras pueden ser altamente beneficiosas cuando nuestra labor profesional se centra en la atención logopédica (nivel semántico comprensivo) de personas cuyas alteraciones en el ámbito del lenguaje requieren de una aplicación sistemática de los recursos, bajo un control estricto de los procedimientos de actuación y de los resultados obtenidos.

Las personas que padecen TCE necesitan, para alcanzar ciertos progresos, una metodología de trabajo que incluya unas consignas sin ambigüedad posible, unos materiales y unos recursos que le ofrezcan una seguridad plena. Sabemos por los estudios realizados con personas que han sufrido algún tipo de daño cerebral, que estas personas manifiestan importantes dificultades de autocontrol y tendencias perseverativas, que añadido a la dificultad para aprender a través de la experiencia, hacen absolutamente prioritario fomentar desde el inicio el aprendizaje sin error, evitando consecuentemente todas las prácticas rehabilitadoras basadas en el ensayo y error. Creemos, por tanto, que la mayoría de programas informáticos cumplen precisamente esas prestaciones y por ese motivo animamos a todos los profesionales al uso de estas herramientas en el trabajo cotidiano.

Cerdanyla del Vallès, 15 de enero de 2006

Xavier Ferrer Portella 

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