1.6. Planificar la docencia

En cualquier centro docente, todos los profesores han oído hablar de estos dos conceptos: planificación y autoevaluación. Es más, se les exigen como requisito indispensable para la buena organización de la docencia y del propio centro escolar, además de garantizar la eficacia misma de la docencia. Sin embargo, no pocas veces se desarrollan en un documento porque se trata de un requisito exigido por la Administración, pero que no informa la tarea dirari: se formula totalmente al margen del desarrollo de las clases, que sigue más el dictado de la experiencia -cuando no de la rutina- que el de la organización estratégica. En publicidad -por el contrario- es impensable una buena campaña sin un mínimo de planificación, que es la base misma de la eficacia. Un estudio detallado de este primer aspecto -la planificación- nos hará ver lo importante que puede resultar para la eficacia de los mensajes didácticos.

En la planificación publicitaria es obligatorio hacerse cinco preguntas. Trasladarlas a la actividad docente será el primer punto de partida para aprender de su perfil eminentemente fascinador:

- ¿Qué decir? Esto supone definir el objetivo de la campaña, que puede ser muy distinto de un año para otro, aunque el producto sea el mismo. Este año no interesa vender más, sino mejorar la imagen de marca, etc. Es lo primero que debemos aprender: qué decir este año en mi asignatura: en función del público, de las circunstancias históricas, del contexto cultural, que pueden ser distintas de un año para otro.

- ¿A quién decirlo? También aquí podemos aplicar los estudios de mercado: Cómo es la clase este año, qué les caracteriza, qué les motiva, qué nivel de preparación manifiestan… Esto es lo que en publicidad se conoce como "estudio y determinación del público objetivo".

- ¿Dónde decirlo? (¿Por qué canal?) Los publicitarios buscan la máxima rentabilidad y eficacia a la hora de seleccionar los canales: no van a la televisión sólo porque sea más llamativo o de audiencias más numerosas: valoran el coste por impacto y la rentabilidad de la inversión. Y así, si quiero poner un anuncio impreso de pelotas de tenis, no iré al periódico de mayor difusión (El País o ABC), donde buena parte de los impactos se pierden, sino a la revista de tenis o -al menos- a la publicación deportiva que me seleccione el público al que busco. De igual modo, no debo seleccionar para una clase un determinado canal (vídeo didáctico, película, power point, grabación musical) sólo porque es el más llamativo o seductor, sino que busco que sea el más apropiado para lo que quiero transmitir. Pondré una película en clase si veo que esa gran inversión de tiempo (2 horas) rinde luego en eficacia persuasiva, en participación, comprensión, vivencia interiorizada, etc.

- ¿Cómo decirlo? Los publicitarios elaboran de forma diferente -según el canal adecuado- la composición de los anuncios. También el docente: debe elaborar su exposición de forma distinta si va a tener apoyo en power point, si va a poner un vídeo explicativo, etc. Para que esos materiales no queden como mera ilustración de la explicación del profesor, sino integrados en el mensaje y potenciando al máximo la experiencia de aprendizaje.

- ¿Cuándo decirlo? Planifico los espots según el calendario y la distribución del tiempo. Así, la campaña de un determinado refresco será bueno intensificarla a finales de junio y atenuarla a finales de agosto, mientras que la campaña de Freixenet se circunscribe casi exclusivamente al período navideño. Por su parte, El Corte Inglés lanza mensajes distintos en cada época del año: "El mes del mueble", "Ya es primavera", "8 días de oro", etc. Pues, de igual modo, el profesor debe establecer una temporalidad para los contenidos, determinando el calendario, complementando con salidas cuando el tiempo sea más propicio, diseñando un cine-fórum cuando el tema objeto del debate ya ha sido explicado en clase, etc.

Es, por tanto, de una gran efectividad asimilar los esquemas de planificación docentes a los que desarrollan los publicitarios en sus campañas. Veamos ahora lo relativo a la autoevaluación.

 

retroceder avanzar