Sin
embargo, el compromiso con la profesión no entra en contradicción
-sino que más bien lo potencia- con la necesidad de que nuestra
facultad induzca a sus estudiantes a interesarse totalmente por
el hombre. Por muy grandilocuente que pueda sonar esta afirmación,
este interés es el que unifica las más diversas actividades que
la Universidad desarrolla, especialmente aquellas que tocan aspectos
más intrínsecamente humanos. No podemos, por tanto, obviar el carácter
de nuestros estudios que los debería llevar siempre a poder ser
catalogados de "carrera humanista".
Efectivamente,
las facultades de Ciencias de la Información o de la Comunicación
reúnen de un modo privilegiadamente claro esas dos facetas que la
sociedad actual reclama de los estudios universitarios: por una
parte pretenden hacer de los que pasan por sus aulas "expertos en
humanidad", al tiempo que se les prepara para el ejercicio de la
profesión de comunicador, con toda la carga teórica, práctica y
técnica que esa actividad tiene hoy día.
3.2.2.
Relación de la publicidad con asignaturas afines
La
división y clasificación de las ciencias siempre ha sido una cuestión
polémica y espinosa, altamente debatida por los especialistas, por
cuanto implica esferas de jerarquía y ámbitos de competencia.
Las
Ciencias de la Comunicación -y, más concretamente, la ciencia publicitaria?
no escapa a esta dinámica de "reparto de influencias" en el ámbito
científico. En situación de "paternalismo científico" se encuentran
algunas disciplinas cercanas: como, por ejemplo, el Marketing, la
Psicología, la Lingüística y la Sociología.
De
todas ellas recibe conceptos, axiomas e instrumental metodológico;
y todas, por tanto, han contribuido poderosamente a su desarrollo
científico. Pero algunas han creado una relación más intensa, que
actualmente sigue fructificando en trabajos y líneas de investigación.
Si
tomamos como base la clasificación de áreas de conocimiento establecida
por el Consejo de Universidades, podemos señalar cuatro áreas especialmente
cercanas en lo que respecta a la docencia y a la investigación.
La Publicidad, inmersa en el área de Comunicación Audiovisual y
Publicidad (nº 105), encuentra notables similitudes -e, incluso,
solapamientos? con las áreas de Comercialización e Investigación
de mercados (51) (nº 95), Psicología Social (nº
740), Lingüística General (nº 575) y Sociología (nº 775). Estas
cuatro áreas incluyen contenidos de publicidad en sus materias específicas
-o, también, asignaturas enteras en sus planes de estudio? dentro
de las actividades docentes que les son reconocidas por las Universidades
o por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Además,
la Publicidad ha recibido de ellas el soporte conceptual y metodológico
para buena parte de su progreso científico. Otra base de referencia
más consolidada es la clasificación de las ciencias de la UNESCO.
Esta clasificación, la "Nomenclatura Internacional Normalizada para
los campos de la Ciencia y la Tecnología", fue adoptada en todo
el mundo entre 1973 y 1974 a propuesta de las divisiones de Política
Científica y de Estadística de la UNESCO. En España, esta Nomenclatura
fue adoptada en su día por la extinta Comisión Asesora de Investigación
Científica y Técnica, que realizó una versión en español. En 1983,
esta versión se convirtió -por Resolución del Presidente del C.S.I.C.
(52) -en la clasificación oficial utilizada por
el Ministerio de Educación y Ciencia para la ordenación de la actividad
científica y tecnológica.
A
pesar de sus limitaciones (García, 1999: la más importante de ellas
es su falta de actualidad, lo que le impide recoger con acierto
nuevos campos científicos, como el de la Comunicación), resulta
todavía un documento válido para situarnos en el campo general de
las ciencias, dada la universal aceptación de sus categorizaciones.
Por tanto, y aun discrepando de algunas de sus tipologías, vamos
a adoptarla como punto de referencia en este epígrafe.
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