1.3. Diferencias esenciales entre educación y publicidad

Básicamente, podemos constatar 6 diferencias sustanciales en el tipo de mensajes que emite el discurso escolar frente al mediático:

1- Objetivos: Mientras los educadores plantean sus textos (clases magistrales o participativas) con el objetivo fundamental de que los receptores aprendan, los publicitas plantean sus textos (espots, anuncios impresos, etc.) con el objetivo fundamental de seducir. Es claro que, indirectamente, también forman y educan en los estilos de vida, pero lo principal es gustar, fascinar, agradar, seducir; y esto, con frecuencia, es algo muy lejano en los objetivos docentes de un profesor.

2- Contenidos: Mientras los programas didácticos tienen un volumen extraordinariamente grande de información, de conocimientos, los mensajes publicitarios transmiten una información muy simple, fácil de aprender y recordar.(6)

3- Destinatarios: Los profesores hablan siempre a un público relativamente homogéneo (en edad, lugar geográfico, cultura, formación, nivel social, etc), por lo que pueden adecuar mucho su mensaje a la capacidad de sus receptores; mientras que los publicitarios hablan a un público indiscriminado tanto en edad, lugar de procedencia, nivel sociocultural, etc., por lo que no tratan de adecuar sus mensajes al público, sino de atraer a ese público a sus mensajes; tratan, en suma, de fascinarlo o seducirlo.

4- Ámbito de comunicación: Por lo general, el profesor suele estar presente en el aula donde tiene lugar la producción del mensaje educativo (la videoconferencia o la clase por Internet es todavía algo marginal; el modelo sigue siendo la clase presencial); mientras que el publicitario no está presente en el momento de la recepción de su mensaje. No puede, como el profesor, intuir si el público se está distrayendo, aburriendo, mirando por la ventana o jugando con el de al lado (en el ámbito televisivo: si cambia de canal, si va al cuartito, si comenta el programa interrumpido con otro telespectador distraído), y por eso no puede corregir las deficiencias en el proceso de comunicación. De ahí que tenga que ser fascinador desde un principio.

5- Estructura: Mientras las clases y materiales audiovisuales didácticos se caracterizan por su estructura y sistematicidad (la clase sigue un orden, la asignatura sigue un programa, la formación persigue unos objetivos), los anuncios y los espacios publicitarios carecen por completo de esa jerarquización de contenidos: el espot se articula en función del atractivo y de la seducción, la franja publicitaria no tiene un criterio de agrupación de anuncios (por precio, categoría de producto, etc.), y tampoco el conjunto de la publicidad televisiva de un día, de una semana o de un mes.

6- Contexto: Las exposiciones del profesor se reciben en una habitación (aula) diseñada para el proceso educativo: tarima, pizarra, sillas mirando al profesor, mesas para tomar apuntes; lo que implica un contexto institucionalizado y un clima propenso al esfuerzo, la atención y el aprendizaje. Por el contrario, los espots publicitarios son recibido en una habitación (sala de estar, casi siempre) que propicia un clima distendido, disperso y despreocupado. De ahí que se esfuerce constantemente en su afán fascinador.

7- Duración: Mientras las clases suelen durar 45 minutos o una hora, y los vídeos didácticos 20-25 minutos, los espots duran 20-40 segundos: captan más fácilmente la atención en tan corto espacio y asumen el gran reto de la condensación significativa.

Pero, frente a estas diferencias que pueden parecer poco menos que insalvables -lo que llevaría a pensar que publicidad y educación son, en efecto ,un matrimonio imposible- se alzan también notables similitudes que conviene también poner en un lugar preferente.


(6). De hecho, una de las estrategias publicitarias más conocidas es la U.S.P. de Roser Reeves: su idea básica es que cada mensaje publicitario, para que sea eficaz, debe contener una única proposición de venta (Unique Selling Proposition, conocida como U.S.P). Si contiene más de una propuesta, el mensaje será difícilmente procesado y recordado.
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