No
obstante, con la aparición de la banda ancha y de sus conexiones
más rápidas, se llega a un momento en que todavía queda por aprovechar
completamente el potencial revolucionario de Internet, pero que
ya está acelerando e impulsando el proceso de integración de las
tecnologías de Internet dot.com en la vida cotidiana, con
la creación de numerosas nuevas aplicaciones y, en particular, con
el auge de la navegación por la WEB, la mensajería instantánea,
la compartición de ficheros, el cibercomercio y el correo
electrónico. La expectativa de que Internet crearía un amplio mercado
para el comercio electrónico, el contenido a la carta y las aplicaciones
en línea, se acerca más a la realidad con la banda ancha, al ofrecer
mayor velocidad y una mejor plataforma para el desarrollo de los
servicios de contenido.
La
creación de contenidos y aplicaciones de banda ancha no sólo necesita
un gran caudal y una infraestructura tecnológica adecuada, sino
también necesita una estrategia apropiada de evolución y un entorno
adecuado para la creación de nuevos contenidos. La banda ancha llega
en un momento en que la convergencia digital en las aplicaciones
informáticas se están empezando a utilizar en otros dispositivos,
tales como los teléfonos móviles y los televisores y viceversa,
en las comunicaciones de voz IP.
Es
cierto que la navegación tradicional y las comunicaciones de persona
a persona como el correo electrónico, la mensajería por telefonía
móvil, la telefonía o voz IP, no necesitan mucho ancho de banda,
pero el aumento de la misma mejora estos servicios de dos maneras
fundamentales: permite una comunicación permanente y el intercambio
de archivos adjuntos más voluminosos. La banda ancha mejora incluso
las aplicaciones más solicitadas y fundamentales ya existentes y,
de hecho, uno de los principales incentivos para los usuarios residenciales
de la banda ancha es sencillamente mejorar sus posibilidades de
navegación IP.
Al
tratar de aprovechar las posibilidades de la tecnología y los servicios
de banda ancha, los operadores de estos sistemas, PSI, proveedores
de contenido y la industria del esparcimiento en general, estudian
nuevos modelos de asociación para ofrecer una gama más completa
de servicios y aplicaciones e interesar así a los usuarios, garantizándose
al mismo tiempo los ingresos correspondientes.
Además,
las mayores velocidades pueden mejorar la percepción por el usuario
de ciertos tipos de contenidos tales como, por ejemplo, imágenes
de productos y cargas de programas, ya que la banda ancha reduce
el tiempo de telecarga. En realidad, ciertas transferencias de ficheros
voluminosos, como las actualizaciones de programas o los archivos
de audio o de vídeo, son simplemente ineficaces sin una conexión
de alta velocidad.
La
banda ancha también está repercutiendo en los servicios tradicionales
de telefonía de voz. La alianza de cualquier proveedor de telecomunicaciones
de telefonía local, a larga distancia y/o de conexión de alta velocidad
a Internet, con aquellos de producción y distribución de contenidos
multimedia por Internet, o de canales temáticos de televisión, vídeo
o de radio, o bien viceversa, han empezado ofrecer no sólo paquetes
de telecomunicaciones que incluyen sus clásicos servicios y productos
de imagen, sonido y/o textos, sino también incorporan otras tecnologías
mejoradas y a bajo coste, como la de los propios servicios de voz
IP, el cual permite con una mayor calidad sonora recibir, almacenar
(buzón de voz) o enviar llamadas telefónicas (VOIP) (58),
como si tratara de datos digitalizados a través de las redes de
banda ancha.
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