5.5.1. Los profesores solicitan más medios y
más facultades sancionadoras para reforzar su autoridad
La acción mediadora de los profesores pasa, ante que nada, por
resolver el problema de autoridad que ellos mismos consideran
causa principal de las relaciones violentas que mantienen con
los alumnos. Pero este refuerzo de la autoridad ha de ir acompañado
de unas mejores condiciones para la ntervención sobre el fenómeno
de la violencia: mayores recursos tecnológicos y mayores facultades
delegadas para asignar las sanciones o los castigos más adecuados
-por ejemplo, en forma de tareas que sirvan a la re-educación-.
Esta acción mediadora de los profesores, que se resume en el refuerzo
de su autoridad y en la mejora de las condiciones en la práctica
docente, ha de ir precedida de un reciclaje profesional, una formación
especializada, que permita una mejor prevención y afrontamiento
de las situaciones de violencia en las aulas.
5.5.2. A los alumnos se
les reserva el papel de árbitros de determinados conflictos entre
alumnos
En lo que respecta a la mediación de los alumnos, el discurso
periodístico se hace eco de algunas experiencias realizadas de
forma pionera por determinados centros educativos, donde se trata
de hacer partícipe a los alumnos de las normas. En estas experiencias
los alumnos adoptan el papel de árbitros de conflictos entre alumnos,
de modo que los problemas de convivencia son resueltos de forma
comunitaria. Esta solución alternativa recibe escasas referencias
en el discurso de la Prensa y su viabilidad se circunscribe en
el discurso periodístico a algunos conflictos de convivencia menores.
5.5.3. Los padres han de ser asesorados y concienciados
Como quiera que las situaciones de las familias desestructuradas
o los conflictos en ellas se asocian a los alumnos conflictivos
con problemas sociales de integración o marginación, se reclaman
políticas sociales de desarrollo familiar. En lo que respecta
a la mediación familiar, se insiste en el papel destacado de los
padres en la conducta pro-social de los hijos, pero también en
su desconocimiento de la situación de violencia en los centros
y en su falta de capacidad para discernir la mejor manera de afrontarla.
Por esta razón, se propone incrementar la práctica de asesoramiento
y concienciación de los padres, como medida necesaria más inmediata,
pero también bajo la forma instituida de relación permanente entre
las Asociaciones de Padres y los Centros.