Desde el punto de vista del alcance del modelado se pueden distinguir los modelados especializados, que pretenden cubrir sólo un ámbito o tipo determinado de actividades educativas (e.g. WebQuest) y los modelados genéricos que pretenden cubrir cualquier tipo de situación educativa tanto por el dominio como por el tipo de actividades o medios utilizados.

En e-learning se comienza a hablar de modelado educativo cuando se deja de considerar que los contenidos (y por tanto los objetos de aprendizaje) son el centro y elemento principal del aprendizaje en el que sólo se tiene en cuenta el escenario de un alumno individual accediendo al contenido. De ahí se ha pasado a una visión más global en la que se tratan de especificar los procesos educativos de una forma más completa en base a las condiciones en las que se realiza y a las actividades que tienen que llevar a cabo, tanto los alumnos como los profesores, para lograr unos determinados objetivos de aprendizaje. La idea es pasar de sistemas basados o centrados en contenidos a sistemas orientados a actividades y aprendizajes activos (aunque la calidad de los contenidos sigue siendo imprescindible) que permitan incrementar las posibilidades que ofrecen los entornos de gestión de e-learning. Las ideas subyacentes a este enfoque son (Britain, 2004):

  • Las personas aprenden mejor cuando están implicadas activamente en la realización de una actividad (actividad de aprendizaje). El aprendizaje es un proceso activo, que requiere esfuerzo, y en el cual no todos los alumnos tienen la misma capacidad de aprender por sí mismos. Este aprendizaje puede verse facilitado si se proporciona algún tipo de guiado o soporte (estrategia didáctica o método de aprendizaje) que implique o motive a los alumnos (trabajo colaborativo, aprendizaje basado en problemas, etc).
  • Las actividades de aprendizaje se pueden secuenciar y organizar para lograr un aprendizaje más efectivo. Este secuenciamento es lo que se ha denominado flujo de aprendizaje. El aprendizaje se mejora no sólo si se tienen actividades que impliquen a los estudiantes si no también si se diseña de forma cuidadosa su secuenciación en el tiempo o el tiempo que tienen asignado. De esta forma se pueden considerar, por ejemplo, distintas “rutas” de aprendizaje, tareas que puedan ser realizadas en paralelo o trabajos que deben completarse en subgrupos antes de continuar con el desarrollo del curso.
  • Los diseños educativos se pueden describir de una forma consistente (formal) y transferible para facilitar que se puedan compartir y reutilizar. Aquí surge el problema de cómo describir una estrategia de enseñanza de modo lo suficientemente abstracto como para que sea útil en un contexto que no sea igual que en el que se ha creado, pero que a la vez sea suficientemente detallada como para que se pueda reproducir sin perder su valor pedagógico. Además, dicha descripción debe ser procesable automáticamente por una computadora.

Parece ampliamente aceptado que el modelado educativo, a pesar de sus dificultades, tiene una serie de ventajas. Por un lado permite que los profesores formalicen sus diseños educativos de modo que quede reflejado qué actividades se realizan y cómo se organizan dichas actividades. La otra ventaja es que cuando un diseño ha probado su eficacia puede ser compartido con otros docentes o archivado para un uso o consulta posterior.

1.3. LENGUAJES DE MODELADO EDUCATIVO

La generalización del término EML en e-learning proviene del trabajo desarrollado en la Universidad Abierta de los Países Bajos (OUNL) durante finales de los años 90. El grupo de investigación liderado por el Profesor Rob Koper analizó los sistemas de gestión de la enseñanza (LMSs de su término en inglés Learning Management Systems) que existían y que eran los más utilizados en aquella época, intentando identificar los problemas y defectos de dichos sistemas de e-learning. En particular se identificó como principal problema la falta de aplicación de la teoría instruccional y del aprendizaje dentro de los mismos. Como resultado desarrolló y puso en práctica una propuesta basada en la definición de un Lenguaje específico de dominio llamado Educational Modelling Language (OUNL-EML) (para evitar ambigüedades se denominará a este lenguaje OUNL-EML a lo largo de este capítulo, en lugar de simplemente EML).

En un estudio realizado por el CEN/ISSS WS/LT Learning Technology Workshop acerca de los Lenguajes de Modelado Educativo se definió el concepto de EML como:

Modelo de información semántico y su vinculación, que describen el contenido y el proceso dentro de una “Unidad de Aprendizaje” desde una perspectiva pedagógica y con el objetivo de dar soporte a la reutilización y la interoperabilidad (Rawlings et al., 2002).

 


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