Definitivamente, a más de un siglo de las primeras grabaciones sonoras y películas cinematográficas(39), y sin que todavía en muchos países del mundo se cumplan ni cincuenta años de las primeras emisiones radiofónicas o televisivas(40), los archivos audiovisuales ya han alcanzado una cierta relevancia internacional como uno de los ejes más fundamentales de la memoria de la humanidad del siglo XX, y seguramente futuro soporte testimonial de la historia que se construirá en el siglo XXI.

Cierto, la mayoría de los estudios e investigaciones que se han realizado sobre este tema, mencionan que los primeros archivos audiovisuales nacieron cuando los materiales se guardaron y se clasificaron como documentos de la historia. Y aún cuando muchos de ellos hayan nacido hace aproximadamente 100 años, todos los responsables de los archivos audiovisuales reconocen que realmente esta actividad comienza a ser relevante a partir de la segunda mitad del siglo XX, en cuanto se reconoce la urgente necesidad de conservar los materiales sonoros y fílmicos para que puedan ser aprovechados en cualquier otro momento que se requieran, y sobre todo, para que sirvan para prolongar en el tiempo la fugacidad de los sonidos y las imágenes en movimiento(41).

Además, para un gran número de los países del mundo, es incuestionable la importancia que tiene la conservación de los documentos audiovisuales como películas fílmicas o las grabaciones de audio y vídeo; y no únicamente para almacenarlas debidamente en instalaciones adecuadas que garanticen su supervivencia, sino para disponer de ellas en todo instante. Este razonamiento se acepta teóricamente, aún cuando en la práctica no se aporten los recursos financieros, materiales, humanos, técnicos y tecnológicos necesarios.

Pero, a pesar que los archivos audiovisuales son ya una parte fundamental de la historia de la humanidad, y la tarea de conservar la memoria audiovisual del mundo debería ser una actividad social muy relevante para el ser humano, esta práctica sigue siendo todavía inexistente en ciertos países y, en la mayoría, sigue sin contar con los recursos económicos o materiales, técnicos o tecnológicos, humanos o profesionales necesarios(42). Es evidente que con más de cincuenta años ya transcurridos de su incipiente desarrollo, la rápida expansión de los archivos audiovisuales, los recursos, competencias y personas profesionales que existen en este campo, siguen estando distribuidos muy desigualmente en todo el mundo. El 27 de octubre de 1980, la Conferencia General de la UNESCO aprobó una recomendación sobre la salvaguardia y la conservación de las imágenes en movimiento, que supuso un importante avance a escala internacional en el reconocimiento cultural y jurídico de los archivos audiovisuales; pero, casi veinte años después, la UNESCO vuelve a plantear otras nuevas recomendaciones y convenciones que tienen que cumplir todas aquellas organizaciones y organismos públicos y privados, nacionales e internacionales, responsables de la protección y la accesibilidad del patrimonio documental y cultural(43).

En efecto, han sido varias las reuniones, conferencias, congresos, sesiones especiales, seminarios, cursos y talleres, donde reuniendo usuarios y proveedores de tecnologías digitales(44), se plantea el futuro de los archivos audiovisuales, tratando al mismo tiempo de responder algunas de las preguntas más importantes, al ver que se encuentra en peligro la memoria audiovisual de la humanidad: ¿qué se ha perdido, qué se perderá seguramente y qué quedará de este patrimonio en el año 2020?; ¿cómo y por qué evaluar el valor de los archivos audiovisuales que hay que conservar?; ¿cómo seleccionarlos?; o bien, ante este futuro y era digital: ¿cómo diseñar la estrategia adecuada para la migración de los archivos audiovisuales analógicos a los digitales?; ¿cómo conservar los nuevos archivos digitales?; ¿con qué técnicas y tecnologías hacerlo? O finalmente, ¿qué impactos tendrán los archivos digitales en las actividades humanas y qué se puede esperar de esta innovación tecnológica?

El hecho de que la XXXII Conferencia General de la UNESCO, el 17 de octubre de 2003, haya adoptado la Carta sobre la Conservación del Patrimonio Digital, cuyo documento adjuntamos en este apartado (Anexo 1), se realizó como una declaración de principios concebidos con el fin de ayudar a sus Estados miembros a preparar las políticas nacionales que permitan preservar y ofrecer un amplio acceso, al patrimonio digital, da una idea de la importancia que tiene esta problemática para la civilización contemporánea. Con estas recomendaciones, se considera que los archivos y documentos audiovisuales, por su escasa longevidad relativa, su carácter a menudo populista y su vulnerabilidad a una tecnología en rápida evolución, no se les puede quitar relevancia: su conservación y accesibilidad deben garantizarse en consecuencia, aportando los recursos necesarios.


39.La primera reproducción del sonido se realizó en 1877 en EUA, por el invento del fonógrafo, de Thomas Alva Edison, pero no será hasta 1925 cuando comienzan a realizarse las grabaciones eléctricas y se desarrollan comercialmente los aparatos conocidos como giradiscos o tocadiscos; y en 1895, los hermanos Lumiére hacen la primera proyección cinematográfica, aún cuando Edison también había patentado el kinetoscopio ya en 1891.
40. Tal como ha sucedido en distintos países, regiones o lugares del mundo entero, pero en especial en África, Asia y América Latina que todavía en los años 60, 70, 80 y mismo de los 90, no tenían acceso ni a la emisión, pero sobre todo ni a la recepción estos medios comunicativos.
41. Es en la segunda mitad del siglo XX, cuando a gran escala industrial y con una amplia aceptación social, se inició la comercialización de los primeros grabadores y reproductores de sonidos e imágenes en soportes magnéticos; tanto la radio como la televisión hacen suya esta importante tecnología que permite superar los imprevistos de las transmisiones en directo, y repetir cuantas veces sean necesarias todos aquellos sonidos, imágenes y emisiones que hayan sido relevantes para las audiencias.
42. El número de personas que se encargan en todo el mundo de la tarea apenas llega a las decenas de millares, y puede incluso que las cifras estén por debajo de ese nivel.
43. Acta de la UNESCO Preservar nuestro patrimonio audiovisual: un desafío mundial del 30 de octubre de 2004, y como una nueva referencia a las declaraciones planteadas en la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial (2003), en la Memoria del Mundo: Directrices para la salvaguardia del patrimonio documental (2002) y en la Recomendación sobre la salvaguardia y la conservación de las imágenes en movimiento (1980). No hay que olvidar que la UNESCO, desde sus orígenes, siempre ha contribuido a ayudar al desarrollo de la infraestructura de los archivos audiovisuales, los profesionales formados y los puntos de referencia profesionales para asegurar el resguardo y la conservación del patrimonio audiovisual de la humanidad.
44. Como fue el caso, en París, Francia, del 15 al 19 octubre de 2004, de la Conferencia Anual de la Federación Internacional de los Archivos Fílmicos y de Televisión (FIAT), organismo vinculado a la UNESCO en su acción de protección y La conservación del patrimonio fílmico analógico ante las posibilidades y dificultades que ofrecen las tecnologías digitales.

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