Desde
el punto de vista de la pragmática perceptiva, el punto transmite
otros significados subliminales:
a)
Cuando está colocado en el centro visual, por encima del centro
geométrico, produce una sensación de equilibrio compensado.
b)
Cuando se sitúa en el centro geométrico parecerá encontrarse más
bajo y se romperá dicha sensación de equilibrio, tanto más cuanto
más se aleje del centro visual. Situado, pues, a cierta distancia
de éste, produce agudizamiento y tensión visual (Aparici y García,
1987: 75).
c)
Dos puntos constituyen una sólida herramienta para la medición del
espacio en el entorno visual. Por ello se conectan dirigiendo los
recorridos de la mirada. La capacidad única de una serie de puntos
para guiar el ojo se intensifica cuanto más próximos están los puntos
entre sí (Dondis, 1984: 55).
d)
De igual modo una sucesión de puntos de tamaño decreciente genera
una sensación de alejamiento. Desde antiguo, el hombre asoció los
puntos luminosos de las estrellas con formas animales creando la
imaginería de las doce constelaciones del zodíaco.
e)
Tres puntos situados en un campo visual dirigen la mirada hacia
un esquema de composición triangular, cuatro hacia uno cuadrangular
y ocho hacia uno circular.
1.
La línea
Como
acabamos de reseñar el punto, además de las fuerzas interiores que
lo caracterizan, es capaz de generar fuerzas externas de carácter
direccional. Según Kandinsky (1993: 54): "esta fuerza se arroja
sobre el punto que, aferrado al plano, se ve arrancado y desplazado
en otra dirección a éste. De este modo queda inmediatamente aniquilada
la tensión concéntrica del punto; éste, por tanto, deja de existir.
Surge entonces un nuevo ente, con vida independiente y bajo leyes
propias. Es la línea".
Por
consiguiente, obtendremos una línea al extender el punto gráfico.
Al analizar las fuerzas productoras de líneas este autor las reduce
a dos:
1.
Fuerza única.
2.
Dos fuerzas:
2.1. Con efecto
único o continuado de ambas fuerzas alternantes.
2.2. Con efecto
simultáneo de ambas.
Esta
componente dinámica es la responsable del nacimiento de los diversos
tipos de líneas. Así, cuando la fuerza procedente del exterior desplaza
el punto en cualquier dirección, la línea que surge tiende a prolongarse
indefinidamente surgiendo la recta, forma más simple de la infinita
posibilidad de movimiento.
Antagónicamente,
cuando la fuerza que genera un ángulo aumenta de modo regular, el
ángulo crece y tiende a cubrir el plano describiendo un círculo,
apareciendo la línea curva.
Las
fuerzas alternas, en cambio, generan líneas quebradas. Los diversos
matices de las quebradas dependen de la amplitud de los ángulos
(agudos, rectos y obtusos). Los ángulos agudos y obtusos generan
tensiones visuales direccionales orientadas por su lado convexo.
Igualmente mediante su lado cóncavo producen tendencias hacia la
mayor o menor conquista del plano.
Según
el prestigioso pintor "cuanto más agudo es el ángulo, tanto más
se acerca al máximo del calor, y al revés, el calor disminuye paulatinamente
al abrirse el ángulo recto rojo, volviéndose cada vez más frío,
hasta la aparición del ángulo obtuso. Este último es típicamente
azul, contiene un presentimiento de curva, y en su curso ulterior
aparece el círculo como meta final" (op. cit., pág. 75).
En
efecto, cuando la fuerza que genera un ángulo aumenta de modo regular,
éste crece y tiende a cubrir el plano describiendo un círculo.
Según
Kandinsky (1993: 83), "cuando dos fuerzas ejercen simultáneamente
su acción sobre el punto, de tal modo que una de las fuerzas vaya
superando en presión a la otra, constantemente y en medida invariable,
surge una línea curva simple".
Se
trata de una recta que ha sido desviada de su camino merced a una
presión lateral constante. Si esta presión aumenta la curvatura
se hará cada vez mayor hasta llegar a cerrarse. Mientras la recta
es una compleja negación del plano, la curva contiene en sí un germen
del plano.
Si
bien ambas fuerzas desplazan al punto bajo condiciones diferentes,
la curva creciente vuelve tarde o temprano a su punto de partida.
Una
desviación de la circunferencia es la curva espiral que surge cuando
la fuerza operante desde el interior supera en medida uniforme a
la exterior. La espiral es, de este modo, una circunferencia que
fracasa uniformemente.
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