3.6. TEA: TRASTORNO DE ESPECTRO AUTISTA

Podemos definir el autismo como una deficiencia caracterizada por:

  • Incapacidad en la adopción de posturas de aproximación o contacto físico.
  • Incapacidad o dificultades en el uso del lenguaje, con frecuencia ecolalias.
  • Dificultad para relacionarse con personas de su entorno.
  • Presencia de movimientos estereotipados inusuales de su cuerpo.
  • Buena memoria mecánica.
  • Desinterés por cuanto les rodea.
  • Posibilidad de mejorar sus conductas a partir de los 6 años de edad.

Sin embargo, hoy no podríamos hablar en exclusiva del autismo, ni de personas autistas, debido a la existencia de una serie de síndromes relacionados, vinculados o con la presencia de características similares y diferenciadas a la vez en su amplia mayoría: Síndrome de Asperger, Síndrome de Rett, Síndrome de Angelman, etc., motivos que nos llevan a referirnos a los Trastornos de Espectro Autista (TEA).

Antes de continuar con las características del lenguaje de los sujetos con TEA, hay que indicar que no existe un software educativo elaborado expresamente para el tratamiento o intervención con sujetos con TEA. No obstante, comienzan ya a encontrarse algunos programas, cuyos creadores los han ido destinando corregir algunas de las dificultades manifestadas en el trastorno autista.
Tortosa, F. (2002), (2004), expone algunas de las características que han de reunir este tipo de programas (99), como que no tienen por qué ser muy específicos ni con orientaciones educativas concretas.

Se deberán adecuar a las características de las personas con TEA:

  • Cuidando los fondos.
  • Llevando a cabo la ausencia de estímulos parasitarios e irrelevantes.
    Estableciendo opciones de ayuda en diferentes soportes (vídeo, iconos, escritura, audiciones).
  • Disponiendo de consignas claras y en diferente formato (verbales, escritas y auditivas).
  • Disponiendo de diferentes niveles de dificultad.
  • Presentando refuerzos adecuados de éxito y error.
  • Aprovechando sus propias producciones, esto es abierto y personalizado.

Tras releer a Gallego y Gallardo (1995, p. 471-482) e iniciar la casi inexistencia de software adecuado para este tipo de déficit, para el desarrollo de su comunicación, indicaremos que las alteraciones del lenguaje que presentan los sujetos con TEA son de 3 tipos:

Figura 3.6.a. Niveles de dificultad

El programa Pauta nos ofrece 4 niveles de trabajo

Alteraciones del Lenguaje Gestual y Mímico. En general, los elementos paralíngüísticos de tipo gestual o complementario que acompañan al habla no son percibidos ni interpretados. Acciones descriptivas o asociadas al propio mensaje verbal empobrecen el significado de la información. Se pierde la información contenida en el contexto que, en muchos casos, da un significado distinto a la información que se desea transmitir. Son aspectos relacionados con la doble intencionalidad del mensaje: lo que se habla y lo que se dice (correspondiente al nivel pragmático del lenguaje). Es un gran reto para el logopeda, sobre todo en aquellos casos de niños de TEA con un alto nivel de inteligencia y un muy adecuado nivel comunicativo – tanto expresivo como comprensivo -. Son situaciones como las reflejadas por los niños con Asperger, que son capaces de mantener un nivel adecuado de comunicación y conversación con el otro, pero que presentan pérdidas de la información en el mensaje que el otro efectúa, información proveniente de los significados no verbales de la oración.     

Figura 3.6.b. Expresiones faciales

En la imagen podemos ver las diferencias existentes entre dos tipos de caras. El programa hace especial referencia al estudio de las emociones.


99. Las indicaciones en letra itálica son aportaciones personales.

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