2.6.1. Métodos de enseñanza de la lecto-escritura: normas y características

“...las TIC permiten abordar las Competencias básicas o los aprendizajes instrumentales con nuevas metodologías que pueden conseguir resultados allí donde estrategias tradicionales han fracasado.” (Fonoll, J. 2004)

Figura 2.6.1.a. Pantalla de presentación del programa Escucha.

Desde el primer momento podremos efectuar una adaptación del mismo programa para motóricos o visuales

Pero no sólo deberemos tener en cuenta las características metodológicas referidas a los procesos de enseñanza, sino que también contemplaremos otra serie de requisitos enriquecedores que debieran de reunir estos. Precisaremos por ello 6 normas o procedimientos de calidad en la confección del software lecto-escritor:

Figura 2.6.1.b. Programa Escribir con Símbolos 2000.

Gracias al teclado de símbolos virtual que se superpone en la parte inferior del procesador de textos, podremos llevar a cabo la escritura de palabras y frases, y casi de forma automática efectuará de forma automática una transcripción simbólica con el fin de afianzar la comprensión de dichos textos

  • Herramientas que posibiliten la accesibilidad del alumno. En este sentido, y como ya mencionamos en los aspectos ergonómicos, disponer de la posibilidad opcional para los niños con déficit en la motricidad fina de un acceso por barrido controlado por un pulsador, conmutador (por ejemplo Leo 3.0, de X. Madina, Me gusta leer y Preparados, listos, switch, entre otros), tecla o clic de ratón, o de un sistema de iluminación o flashes luminosos y sonoros para los deficientes auditivos, así como la posible incorporación de textos pictográficos o en vídeo para cumplimentar con un sistema aumentativo o con la LS con el objetivo de explicarle al niño cómo solucionar el ejercicio.
  • Personalización de la sesión de trabajo: ofreciendo un vocabulario, frases y textos abiertos. El docente puede incluir nuevo léxico o nuevos textos escritos, más acordes con los intereses motivadores del alumno con el currículum y con los conocimientos que se hacen en el aula, sin que el programa trabaje de forma diferente con los que ya aportaba de serie. Serán programas con un marcado carácter “abierto”, posibilitando al docente el manejo de nuevas imágenes, textos o frases que aparecen contempladas en la programación del aula, manteniendo con ello un vínculo entre el software educativo trabajado y los niveles de competencia curricular establecidos. O bien, como en el caso de Cognitiva, cuadernos y talleres personalizados, simples y multitalleres, que puedan efectuarse por lotes previamente seleccionados por el tutor según los logros y aprendizajes de cada alumno. En la sesión no sólo va a desarrollarse en cuanto a los procedimientos de evaluación de la actividad realizada, sino que deberá de contemplar aspectos previos de confección individualizada de la sesión: contemplando los niveles o prerrequisitos que domina el paciente/alumno y contemplando los nuevos contenidos que deseamos trabajar con él, así como un sistema de programación del propio programa tendente a disponer de las herramientas de seguimiento y motivación del alumno. Podemos ver el siguiente esquema de preparación y control de la actividad ante una intervención de la lecto-escritura, ofrecida por el programa Soy lector, de la empresa Edicinco.

Figura 2.6.1.c. Preparación de la actividad.

Los programas informáticos semi-abiertos y abiertos nos van a permitir la selección de la actividad previa a trabajar con cada uno de nuestros alumnos y la posibilidad de ampliar los ítems y actividades contenidas. En este caso, podemos ampliar con nuevas imágenes como la mostrada, con nuevos sonidos grabados por nosotros y con la confección de frases de hasta 3 elementos como esta “el águila vuela muy alto"

retroceder avanzar