Tras el análisis de los mismos, me planteé llevar a cabo un tratamiento a lo largo de 24 sesiones de tratamiento, donde efectuase una corrección e intervención sobre los siguientes ámbitos:

Desarrollo y establecimiento de un patrón respiratorio diafragmático correcto. La respiración que presentaba Ángel era pectoral, disponía de escaso aire, se ahogaba con facilidad durante su conversación con las clientas. Ante ello, se estableció dicho patrón, primero en posición supina (situábamos un pequeño muñeco sobre su abdomen con el fin de facilitarle la visión de cómo se elevaba este con la inspiración), lo consiguió apenas en unos 5 minutos, en un segundo momento se le mostró efectuar el mismo patrón respiratorio en posición sentado, para lo que le indicó que continuase la actividad en su casa. En sesiones posteriores se llevó a cabo el patrón respiratorio en posición de pie (cogiendo y soltando un objeto del suelo) y caminando. Como parte final, incluimos varios ejercicios de espiración rítmica, es decir, espirando al tiempo que se medía el tiempo, a intervalos controlados. Para ayudarle en la sensación de la inspiración, se le indicó que situase sus manos sobre el abdomen y pecho respectivamente. Se aplicó la actividad “Ritmo 3” del programa Sistema Avel, con lo que debía inspirar una vez y a un número determinado de oscilaciones del péndulo efectuar la espiración.

Consecución de la relajación, de forma aislada y en combinación con la respiración. Para ello, nos servimos, durante todo el desarrollo de la sesión, de una música suave, y situado el paciente sobre una camilla realizamos la relajación general de Jacobson, ayudándonos de una pequeña pelota y dando a conocer las nociones de tensión-distensión. Posteriormente, desarrollaríamos una relajación más segmentaria de cuello, labios, boca, mandíbula. Par ello efectuamos 4 tipos de sesiones:
Realizando movimientos pasivos ayudados por el logopeda.
Efectuando movimientos activos inducidos, e introducidos dentro de una rueda de ejercicios de relajación de cuello.
Desarrollando movimientos activos, libres, frente al espejo.
Imitando los “movimientos logocinéticos” llevados a cabo en el programa Sistema Avel.

En una fase más avanzada se combinaron los ejercicios de respiración y relajación al mismo tiempo. No se trabajó la voz, sino el soplo, durante la realización de los mismos.
Conseguida la relajación y la respiración, se estableció la emisión correcta de las vocales, indicándole la abertura vocal correcta. Para conseguir ello, nos servimos del “juego de Avelino”, del Sistema Avel y de la “Oposición de 2 fonemas” del programa Speech Viewer III, con el fin de concienciar a Ángel de la abertura de la vocal y del nivel de frecuencias para la emisión de cada vocal. Posteriormente, se trabajó a nivel manipulativo las series de vocales con distinto tono con el fin de ir afianzando una vocalización correcta.

Figura 5.4.2.b. Sesión de tratamiento con ayuda de las TIC.

Imagen de una paciente realizando ejercicios de articulación secuenciada al ritmo del desplazamiento de un objeto sobre la pantalla.

Se combinaron los 3 tipos de ejercicios desarrollados hasta el momento haciendo  una serie de ejercicios de relajación + respiración con la emisión de vocal durante el tiempo de espiración.
      
Trabajamos las lecturas vocálicas y la lectura de pequeños textos y poesías, haciendo uso de pequeños textos realizados bajo el programa El pequeño Escritor.

Con el fin de desarrollar también el tono y la intensidad vocálica, se hicieron una serie de ejercicios, primero de forma libre ascendiendo o descendiendo la voz, según la vocal que tuviese que emitir, posteriormente con la ayuda de un pequeño pianillo, con el fin de emitir vocales en una frecuencia similar a las notas musicales y, posteriormente, haciendo uso de la actividad “Intensidad y tono” del Sistema Avel y el juego de los globos del programa Globus 3. (133) donde, previo a la emisión del paciente, se le creaba un modelo o camino a seguir, según dificultad y velocidad y la actividad del “Submarinista” del Speech Viewer III,  donde se le indicaba que tenía que vocalizar una determinada frase a una determinada frecuencia. Vocalizamos palabras, frases y pequeños textos escalando la verbalización.

5.4.3. Valoración

Como hemos ido indicando a lo largo de este escrito, el ordenador y los programas que hemos indicado no son los originarios de las sesiones de logopedia (espejo, depresores, etc.), sino que deberemos de utilizar, tanto estos materiales como con cualquier otro. Nosotros hemos hecho uso de ellos como reforzadores del trabajo libre.
El uso de este tipo de materiales lleva consigo un desarrollo más vistoso, lúdico y reforzante para el propio paciente, al tiempo que mantendrá el interés por su esfuerzo (visualizado a través de diversos espectogramas y visualizadores del habla.
Desde el punto de vista de nuestro propio trabajo, el uso de este tipo de herramientas mejora la precisión en la emisión vocálica del paciente y mejora la calidad e inteligibilidad de su habla, desarrollando patrones visuales que le posibiliten una mejora del tono y frecuencia vocálica. Sin embargo, aún queda un largo camino que andar en el uso de este tipo de materiales, sobre todo si hablamos de su uso en el tratamiento de la voz.

Linares, 12 de Septiembre de 2006
Mª Mercedes López Torrecilla


133. Este programa permite la modificación de los patrones del habla, con lo que podremos exigir al paciente el aumentar o reducir su tono de voz, según la modificación de la recepción de frecuencias.

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