4.5. TIC Y DISCAPACIDAD MOTÓRICA.

“En líneas generales podríamos decir que las nuevas tecnologías de la información y comunicación son las que giran en torno a tres medios básicos: la informática, la microelectrónica y las telecomunicaciones; pero giran no sólo de forma aislada, sino lo que es más significativo, de manera interactiva e interconexionadas, lo que permite conseguir nuevas realidades comunicativas” (Cabero, 2001).

En el ámbito educativo, las TIC han venido a establecer un nuevo universo de posibilidades que permiten la apertura de nuevos horizontes y nuevos espacios de interacción entre el alumnado y los contextos en los que se desarrolla. No se trata de una ficción, los ordenadores forman parte de las aulas de nuestros centros y se han convertido en un elemento educativo cotidiano. Su presencia en el aula se asocia a dos funciones básicas: una como un elemento compensador de desigualdades de primera magnitud y, otra, la de ser una herramienta de trabajo escolar.

En el caso del alumnado con discapacidad motórica, el uso del ordenador ha supuesto un hecho fundamental que está contribuyendo a derribar las limitaciones que en materia de comunicación, lenguaje, acceso a la información, control del entorno y posibilidades laborales pueden presentarse.

4.5.1. ¿Ordenadores accesibles?

Los principios que rigen el paradigma del diseño para todos están, todavía, lejos de los estándares que utilizan los fabricantes de ordenadores. En la actualidad, sin embargo, cada vez con más fuerza, los ordenadores adquieren mayor presencia y forman parte de la vida cotidiana. Resulta difícil imaginar hoy día un mundo sin ordenadores. La velocidad, la potencia, la amplitud de los anchos de banda reservados a uso doméstico  aumentan en progresión geométrica y, sin embargo, las posibilidades de acceso que los ordenadores ofrecen a las personas con discapacidad avanza a pasos muy cortos.

Los sistemas operativos más usados en la actualidad, Windows y Linux, incorporan algunas opciones de accesibilidad que facilitan su uso a personas con discapacidad, pero éstas resultan todavía insuficientes. Por ello, en el trabajo en el aula, de no estar salvado el acceso, corremos permanentemente el riesgo de que el uso de las tecnologías se convierta en un obstáculo más.

Hemos dicho con anterioridad que, con frecuencia, las dificultades de acceso son múltiples y con frecuencia externas a los entornos de trabajo propiamente dichos. De esta manera pueden considerarse dificultades de acceso relacionadas con el entorno de trabajo y con el propio ordenador. Por ello, la accesibilidad al ordenador debe ser considerada, como vimos en el apartado de evaluación, en sentido más amplio y no reducida a la situación de interacción alumno-ordenador. Por eso, en la valoración de la accesibilidad deberá asegurarse que el edificio, los accesos y las dependencias donde va a trabajarse con el ordenador sean accesibles, eliminando las barreras físicas que pudieran existir (rampas, ascensores, anchura de puertas, espacios para giros, etc.)

Los entornos deberán estar diseñados, tal y como venimos defendiendo, desde el punto de vista del diseño para todos y para su uso por todas las personas. Deberán cuidarse los aspectos que posibiliten los periféricos y adaptaciones que cada alumno, en particular pudiese necesitar, así como las condiciones acústicas, de iluminación.

Es necesario cuidar, de manera  particular, la sedestación del alumno. El asiento y el respaldo deberán ser acolchados y posibilitarán un soporte estable que favorezca la atención y estará en posición frontal al ordenador. Con respecto a la mesa, debe tenerse en cuenta que sea redondeada, posibilitando un apoyo correcto de los antebrazos, siendo aconsejable que posibilite la aproximación completa. Finalmente, con respecto al propio ordenador, conviene tener presente que deberán situarse en las proximidades del alumno/a con discapacidad aquellos elementos que resulten necesarios para poner en funcionamiento el equipo. De la misma forma, el teclado, el ratón y los pulsadores para su control deberán estar en lugar próximo al alumno. El resto de periféricos, caso de ser necesarios, podría manejarlos el profesor u otro alumno que le sirviese de apoyo.

4.6. AYUDAS TÉCNICAS Y DISCAPACIDAD MOTÓRICA.

Muchos de los alumnos con discapacidad motórica presentan dificultades en los sistemas de entrada de información al ordenador. No pueden acceder al teclado y ratón convencionales, que son los elementos más usuales de entrada. Por otra parte, pueden darse también con frecuencia dificultades en los sistemas de salida de información del ordenador.

En este apartado haremos un recorrido por las ayudas técnicas que con mayor frecuencia se utilizan en la escuela con el alumnado con esta discapacidad. Evidentemente, no están todas, pero pueden servir de referencia a la hora abordar los aspectos que rodean al acceso al ordenador.

4.6.1. Software.

4.6.1.1. Recursos integrados en el sistema.

    Bloqueadores de tecla – Redefinición del teclado: permite pulsar de manera secuencial combinaciones de teclas que deben ser pulsadas de forma simultánea. Por ejemplo, la pulsación múltiple en el caso de tener que teclear el símbolo “@” o las mayúsculas.
    • Eliminación del efecto repetición: omite las pulsaciones repetidas.
    • Programadores de aceptación de tecla: Es una utilidad que sirve para que una tecla no se considere seleccionada hasta pasado un tiempo determinado. El objetivo es no considerar las pulsaciones accidentales.

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