6.2. DEFINICIÓN DE INTELIGENCIA FÍLMICA Y ELEMENTOS A CONSIDERAR, ESTABLECER Y PROBAR EN UN TEST DE INTELIGENCIA FÍLMICA (T. I. F.)    

¿Cómo evoluciona la comprensión del significado y estructura de las imágenes, de los planos o la “sintaxis” de las diferentes secuencias? ¿Existe una especial inteligencia fílmica que relacione nivel mental y comprensión fílmica? ¿Podríamos considerar la inteligencia fílmica o audiovisual, como un factor más a añadir a la lista de factores múltiples de la inteligencia de Gardner? Mi opinión es que la comprensión de la imagen  no se ha establecido todavía como un interesante elemento evaluador del nivel mental.
           
La investigación sobre la posibilidad de evaluación de habilidades cognitivas, a través de un posible Test de Inteligencia Fílmica (TIF), pretende contribuir a crear las bases necesarias para la evaluación de las habilidades cognitivas: memoria a largo y corto plazo; procesamiento auditivo y visual de la información; capacidad de comprensión fílmica (saltos en el tiempo y en el espacio, simultaneidad de las acciones o diálogo visual “campo contra campo”, etc.); progreso de la inteligencia lógica; y niveles adquiridos de conocimiento que parten de la experiencia audiovisual. Esta cuestión se ha de  abordar desde una perspectiva epistemológico-genética que tenga en cuenta el desarrollo evolutivo del niño y desde el marco conceptual que nos ha aportado la actual psicología cognitiva.
           
Recordemos que R. Zazzo y B. Zazzo (1951) fueron de los primeros educadores en centrar su atención experimental sobre la comprensión del film en una temática tan decisiva para la investigación psicopedagógica como es la del vínculo establecido entre nivel mental y comprensión fílmica. La influencia del cine en la inteligencia de los niños y adolescentes dio lugar, a partir de este tipo de trabajos, a numerosas investigaciones psicopedagógica, tal como puede apreciarse en el importante número de colaboraciones que, sobre esta cuestión, fueron apareciendo, por ejemplo, en la Revista Internacional de Filmología, entre las que cabrían destacar, por ejemplo, la de M. Debesse: La Infancia en el cine (1956).
           
Mediante el Test de Inteligencia Fílmica (T. I. F.), se analizarán los resultados ofrecidos por tres tipos de población infantil: niños con dificultades de aprendizaje, niños con inteligencia media y niños con altas habilidades intelectuales. Existen innumerables pruebas para medir la inteligencia, sin embargo, en una época en la que la mayor parte de la información recibida posee una naturaleza audiovisual, aún no se había pensado en el diseño de una batería de test fiables para medir la inteligencia fílmica.

En primer lugar, tendremos que definir, en términos operativos, qué es la  inteligencia y después definir qué es lo que entendemos por inteligencia fílmica. Hay dos ideas que parecen englobar todas las definiciones tradicionales de inteligencia: la inteligencia es la capacidad de aprendizaje por la experiencia y la capacidad de adaptación del individuo al medio. Por nuestra parte, podemos llegar a definir la inteligencia fílmica atendiendo, al menos, a cuatro puntos de vista diferentes:

  1. La inteligencia lógica.
  2. La inteligencia de aprendizaje.
  3. La inteligencia emocional.
  4. La inteligencia moral.

A) Desde el punto de vista de la inteligencia lógica, entendemos la inteligencia fílmica como la capacidad de comprender la estructura y secuenciación de una narración cinematográfica ofrecida por el proceso de montaje. En esta línea, los ítems de inteligencia lógica fílmica perseguirían contemplar hasta qué punto el espectador infantil es capaz de comprender los siguientes aspectos:

    1. La naturaleza del problema que se presenta en la pantalla.
    2. Su esquema argumental de presentación.
    3. Las ideas que se proponen para resolverlo.
    4. La selección de alguna de las ideas propuestas.
    5. Cómo se pone en práctica el proceso de resolución.

Ya que se trata de acceder a los procesos y esquemas de razonamiento resultaría irrelevante si la solución aplicada es sólo posible en el mundo de la imaginación. Recordemos en este punto los procesos de control (metacomponentes) del procesamiento de la información de Stemberg (1979).

En este sentido podemos evaluar:

    1. Cómo el niño comprende la forma en la que se resuelve en la película un posible problema.
    2. Cómo el escolar o adolescente desarrolla la capacidad de comprender la toma de decisiones de los personajes respecto a las posibles alternativas o estrategias de acción  en la resolución del conflicto.
    3. Cómo es capaz de establecer pasos o secuencias en el desarrollo de la solución.

Los metacomponentes de Stemberg establecerían el esquema algorítmico y  estructural del argumento básico del film. A través de éstos, los espectadores habrían de decidir también, situándose en la perspectiva del personaje que actúa en una investigación, qué información procesada es relevante para la resolución de un determinado misterio planteado en la película y cuál no lo es o se ofrece como obstáculo.

B) Desde el punto de vista de la inteligencia de aprendizaje valoraríamos la inteligencia fílmica como la capacidad de recordar comprensivamente lo asimilado a través de un recurso multimedia.

En este caso aplicaríamos:

    1. Los componentes de adquisición o procesos de aprendizaje de conocimientos.
    2. Los componentes de retención o procesos de recuperación de la información adquirida.
    3. Los componentes de transferencia que permiten el proceso de generalización de los aprendizajes.

 

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