Coincidimos con otros muchos especialistas en comunicación audiovisual multimedia en que los niños, todos, tanto los que presentan necesidades educativas especiales como los que forman parte de esa diversidad multicolor de nuestras escuelas, deberían tener la oportunidad de escucharse, verse y expresarse -además de poder escuchar, ver y expresar su cultura, su lenguaje, sus experiencias y las de los demás- en documentales u otros recursos multimedia, que afirmen su diversidad, su “inclusividad” y la conciencia que tienen de sí mismos y de su comunidad, además de su lugar necesario en el mundo. Esta propuesta se hace necesaria no para que se produzca un distanciamiento de los que resultan ser diferentes, si no para crear estrechos vínculos comunicativos solidarios con todos. Así se abriría un proceso que, partiendo del aprendizaje y del conocimiento de los recursos de comunicación audiovisual y mediante su integración en el aula, se alcanzara la posibilidad de llegar a crear y a expresar a través de la imagen. La inteligencia y la comprensión audiovisual en el colegio -desde la formación infantil hasta la etapa adolescente- así como los programas destinados a obtener un mejor uso psicoeducativo de los múltiples recursos, se presentan entonces como uno de los objetivos fundamentales de la enseñanza en este siglo que avanza con rapidez.          
           
Se precisa, por lo tanto, la recepción de los conocimientos técnicos suficientes, pero sobre todo, y esto es lo más importante, el aprendizaje del lenguaje de la imagen en su doble vertiente del emisor y del receptor; lenguaje que poseerá tanta más fuerza expresiva y riqueza artística cuanto más se encuentre enriquecido por el dominio de la belleza de la lengua materna y en la sensibilidad cultural y artística. Debemos considerar que la imagen determina y configura los estilos de pensar y actuar en la infancia en general y, de una manera especial, en la educación infantil, primaria y etapa adolescente, pero nos encontramos con que la mayor parte de los niños no ha aprendido a ver bien el cine o la televisión y no se ha estudiado suficientemente su capacidad de comprensión fílmica. No disponen, por lo tanto, de recursos críticos ni analíticos que les permitan defenderse de los aspectos negativos de la industria multimedia. Sin embargo, la capacidad de seducción de la imagen sonora  en esta edad evolutiva es muy superior a la de la palabra hablada o escrita, por ello, en el período escolar, la falta de inteligencia verbal resultaría, tal y como señalara Gubern (1997), tan grave y problemática como la falta de inteligencia icónico-cinética.

La imagen es, en efecto, un medio de comunicación cuya organización lógica, fonológica, morfológica, léxico, semántica,  prosódica y pragmática, constituye la totalidad de los requisitos exigibles a un lenguaje. Su finalidad es expresiva y se establece como un medio para transmitir ideas y emociones, y si las habilidades del lenguaje dan forma a la inteligencia lingüística con el mismo rigor podremos referirnos también a la inteligencia fílmica. Tampoco podríamos olvidar la eficacia de los tratamientos que utilizan la imagen fílmica para la modificación de conductas, incluso con niños preescolares (Bandura, 1963, 1965, 1967, 1968) y que con los recursos actuales nos abren unas perspectivas extraordinarias a la intervención psicológica. El modelado audiovisual se utiliza, en efecto, con excelentes resultados para tratar todo tipo de fobias infantiles, escolares o adolescentes, mediante la observación de la interacción del modelo con los seres, objetos o situaciones fóbicas, como, por ejemplo, la ansiedad ante los exámenes. Y es que cuando hemos tenido ocasión de observar personas en situaciones similares a las nuestras, nos hemos identificado con su angustia o con su ansiedad y hemos podido comprobar cómo han logrado salir airosas gracias a la ayuda prestada por especialistas.

La comprensión, pues, de los mensajes audiovisuales y el desarrollo de la inteligencia fílmica, en la infancia maternal, escolar y adolescencia, se convierte, por lo tanto, en un factor fundamental de investigación evolutiva y psicopedagógica actual.

 

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