5.2. CLAVES MOTIVADORAS DE LA INTELIGENCIA ESCOLAR EN UNA PRODUCCIÓN MULTIMEDIA EDUCATIVA: ANÁLISIS DE UNA EXPERIENCIA

Cuando pensamos en el cine como un medio capaz de influir poderosamente en el comportamiento infantil tenemos que plantearnos, en primer lugar, cuáles son los aspectos de una determinada película capaces de impresionar a los espectadores infantiles y cómo éstos pueden, posteriormente, ser asimilados cognitivamente. Es necesario, por tanto, que reflexionemos sobre los contenidos y los enfoques recomendables que hay que dar a una película de calidad que, pretendiendo transmitir valores o conocimientos, vaya dirigida a una audiencia infantil. No hay que olvidar tampoco que el aumento de la demanda de material audiovisual para su uso educativo invita a los educadores a participar activamente en la producción de vídeos de contenido didáctico, ni tampoco que la educación audiovisual ha de considerarse prioritaria. Reconocemos así que la incidencia del mundo audiovisual es, en todos los ámbitos, y especialmente en el de la educación, cada vez más relevante.

El siglo XXI es ya, como decíamos, el siglo de la educación y de la imagen multimedia y ese hecho impone un reto al que la sociedad sensibilizada y los educadores han de dar una respuesta. La abundante producción multimedia de carácter educativo contrasta con la circunstancia de su escasa capacidad para la producción en el ámbito docente y parece que aún los educadores no han sabido adaptar este recurso expresivo a su dinámica docente de comunicación y de  creación. Tampoco los centros educativos disponen, en muchos casos, de herramientas multimedia adecuadas para esta inserción en los programas docentes o si existen no hay personal auxiliar capaz de ayudar al profesor en el traslado de sus aportaciones educativas a los formatos multimedia y nos encontramos con que gran parte del profesorado no domina las técnicas y destrezas necesarias para la incorporación de sus propios trabajos audiovisuales al currículo, entre otras cosas porque, al margen de que esa destrezas deriven de sus aficiones, la responsabilidad del profesor es el diseño del mensaje educativo y la de los técnicos la de llevar ese diseño a un formato audiovisual determinado.

La imprescindible coordinación entre especialistas de producción multimedia y profesores es, actualmente, prácticamente inexistente. Al margen de las dificultades iniciales parece claro que se ha de proceder con urgencia a ese encuentro entre el mundo de la educación y el mundo de la producción audiovisual y cinematográfica, atendiendo a las producciones de carácter educativo, pero también buscando realizaciones de ocio y entretenimiento que destaquen por su calidad e idoneidad, ya que partimos del criterio de que la calidad en las producciones de entretenimiento también educa.
           
Evidentemente no se trata  de que los profesores se conviertan en especialistas de la producción audiovisual, como tampoco se trata de que los técnicos especialistas en video y cine, en imagen y sonido, se conviertan en profesores. Ser lo uno o lo otro cuesta el recorrido de un largo camino. De lo que sí se trata es que la producción audiovisual no se realice al margen de aquellos que entienden de su especialidad docente y de los recursos didácticos, pedagógicos y psicológicos para adaptarlos a los diferentes niveles del desarrollo infantil.
           

Toda investigación orientada en este sentido ha de tener en cuenta las peculiaridades de la comprensión infantil del mensaje, las etapas del desarrollo de la inteligencia fílmica del niño y, finalmente, el estado de su percepción audiovisual, que dependerá tanto de la maduración de los sistemas perceptivos como del tipo de aprendizaje que se haya llevado a cabo en el contexto escolar.
           
En esta línea vamos a tratar de dar respuesta  a las siguientes preguntas:

  1. ¿Cómo procesan los niños pequeños determinados contenidos audiovisuales y en qué medida depende de su inteligencia cognitiva lo que son capaces de recordar?
  2. ¿Cuáles son las características propias de una película para hacerla especialmente  comprensible, divertida e interesante a un determinado grupo de edad?
  3. ¿Qué aspectos debemos considerar para tener éxito al realizar una película dirigida a los niños?
  4. ¿Qué características psicopedagógicas de calidad han de tener este tipo de materiales audiovisuales?
Solamente dando respuesta a estas preguntas podremos saber de qué manera llegaremos a influir en el comportamiento infantil y en qué medida podremos llegar  a atraer su atención  y  a modificar su conducta.

Al utilizar este sistema de investigación tuvimos en cuenta las siguientes cuestiones:

  1. El modo de formulación de la pregunta puede influir en las respuestas.
  2. Los niños tienden a dar respuestas que ellos creen que desea recibir el investigador, o que les hará parecer más listos, maduros o buenos.
  3. Los niños pueden entender mal lo que se les pregunta.
  4. Y que, sobre todo, tienden a confundir realidad con fantasía.

 

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