3. LOS ARCHIVOS AUDIOVISUALES EN REDES DIGITALES PARA LA EDUCACIÓN Y LA CULTURA

Más allá de las limitaciones pedagógicas que imponen los soportes analógicos de los contenidos audiovisuales, y especialmente su lectura lineal, el carácter aleatorio de su identificación y la utilización de imágenes secuenciadas y marcadas por guías de explotación didáctica que acompañan obligatoriamente el uso de estos contenidos, la digitalización en línea permite dos avances educativos y culturales muy relevantes: por un lado, el acceso casi instantáneo y preestablecido de antemano a secuencias precisas de los documentos audiovisuales que se utilizan para tareas de aprendizaje, enseñanza, divulgación del conocimiento o expresión artística; y por otro lado, la posibilidad de hacer cohabitar en un mismo soporte digital, tanto en el registro, transmisión o exhibición, los contenidos audiovisuales con otros lenguajes gráficos o textuales, además de los datos e indicadores que le permitan interactuar entre ellos, y así con el usuario. Con los soportes digitales aplicados a archivos audiovisuales, los sistemas educativos y culturales pueden encontrar en las redes que los proveen, miles de nuevos contenidos multimedia que ofrecer como recursos pedagógicos, didácticos informativos y divulgativos de apoyo para sus portales y páginas de Internet e Intranet, y para todos sus niveles y modalidades escolares y planes de estudio.

De ahí, que el objeto del presente apartado es mostrar cómo las redes digitales de comunicación aplicadas a los archivos audiovisuales para la educación y la cultura, son una realidad cada vez más habitual en su organización y funcionamiento. Se ha dicho que la educación es uno de los pilares básicos sobre los que se fundamenta el desarrollo de la sociedad actual, en la que el conocimiento se ha convertido en un factor de producción determinante(113); y de ahí que los archivos audiovisuales en redes digitales desempeñan un doble papel en relación con el mundo de la educación. Por un lado, aportan diversos contenidos audiovisuales para apoyar los procesos de aprendizaje-enseñanza que puedan mejorar la calidad de la educación en sus diferentes niveles y, por otro lado, su uso generalizado es una de las medidas con mayor efecto potencial para conseguir la extensión de la Sociedad de la Información.

De hecho, los contenidos de archivos audiovisuales dedicados a procesos de educación, formación o capacitación, enseñanza, instrucción o aprendizaje, comenzaron a cambiar con el uso de las redes digitales y a desarrollar alternativas, con aplicaciones de éstas para tales procesos. Así, los contenidos de las teleconferencias vía satélite comienzan a ser más comunes, aumentan las posibilidades de acceder a la cultura, educación, información y entretenimiento de un modo interactivo; y con la infraestructura requerida, se encuentran cada vez más cercanas al alcance de instituciones y personas.

Los archivos audiovisuales en las redes digitales multimedia permiten tener a la vista no sólo de manera más rápida y efectiva los acostumbrados inventarios de los contenidos que se ofrecen, sino también, y más allá de los clásicos indicadores o datos alfanuméricos que se ofrecen, se incluyen muestras, versiones cortas o completas de sonidos, de imágenes fijas y en movimiento, ya sean realizados por los productores, distribuidores o gestores de los contenidos en la red. Igualmente, permite revisar y analizar reportes de usuarios y utilizaciones efectuadas. Asimismo, la realización de trabajos en colaboración es posible, aún cuando las personas que usan y consultan los archivos audiovisuales estén en lugares distantes o diferentes.

A partir de las aportaciones teóricas y metodológicas de iniciativas o corrientes pedagógicas dedicadas a la educación para los medios de comunicación, tecnología o comunicación educativa, los archivos audiovisuales educativos y culturales tomaron una importante relevancia; poder constituir un acervo fílmico, videográfico, radiofónico o televisivo permitía a los profesores y alumnos tener materiales, recursos y contenidos audiovisuales disponibles inmediatamente a la mano para ser utilizados, como planteaban las renovadas o innovadoras propuestas pedagógicas o didácticas del uso educativo de los medios de comunicación en la escuela, en los procesos de enseñanza - aprendizaje.

No hay que olvidar que los contenidos audiovisuales y multimedia de carácter educativo y cultural siempre se han aprovechado por lo menos en dos direcciones complementarias: como recursos visuales y/o sonoros para apoyar pedagógica o didácticamente los propios procesos de enseñanza aprendizaje; o bien para conocer, analizar, crear, reutilizar o leer con un sentido educativo crítico, los mensajes audiovisuales que se generan en una sociedad en un momento histórico o coyuntural determinado(114).


113. En la actualidad, para poder alcanzar altos niveles de bienestar, la educación tiene una importancia incluso mayor que la de los otros factores productivos tradicionales: tierra, trabajo y capital. Sin embargo, hoy día, su práctica no es muy diferente a la de hace un siglo.
114.
Basados en propuestas teóricas y/o prácticas, principios o criterios relativos al poder, significación, evocación, referente, atracción e incluso seducción, que tienen la imagen visual y sonora para informar, manipular o impactar afectivamente al ser humano; y también por la importancia y ventajas educativas y culturales que ofrecen la imagen y sonido para ser empleados como elementos técnico - creativos y expresivos, en tanto que signos y símbolos, para tareas de enseñanza, aprendizaje y divulgación del conocimiento científico, tecnológico, cultural o artístico. Desde esta perspectiva, se utiliza también el principio de redundancia para aumentar el poder de recepción o percepción del mensaje, al emplear diversidad de canales y códigos que impactan ampliamente a los sentidos; y desde la psicología y educación se aplican los principios de la atención y el interés que tienen relación con los mecanismos del aprendizaje y comprensión.
Si las ventajas didácticas de los contenidos impresos utilizados en los procesos educativos (como la capacidad de concentrar la atención, mantenerla por más tiempo y permitir un elevado poder de retención, potenciando su aprovechamiento en la enseñanza y aprendizaje) se pueden extender a los contenidos electrónicos audiovisuales y multimedia, todo hace suponer que también estas otras ventajas tecnológicas siempre serían aplicables para incrementar el rendimiento educativo y cultural de su usuario final.

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