3.3.2.
Acotaciones conceptuales
Pues
bien, en la tarea que nos hemos propuesto de clarificar el concepto
de publicidad, puede ser útil deslindar las relaciones y diferencias
de la publicidad con las otras modalidades de comunicación persuasiva;
en concreto, con la promoción de ventas y las relaciones públicas.
Realizaremos
este ejercicio desde la perspectiva de que estas tres formas de
persuasión (Advertising, Promotion y Public Relations) constituyen
el núcleo más importante del llamado mix de comunicación (63).
La
promoción o promoción de ventas (64), proviene
del término latino pro-movere, que significa "iniciar o adelantar
una cosa procurando su logro". En este sentido, la promoción de
ventas consistiría en "iniciar o adelantar algo a favor de las ventas".
Pero, realmente, cualquier esfuerzo de la empresa para satisfacer
al consumidor responde a esa acepción de promover, por lo que habría
que calificar de promoción de ventas a todas las acciones de marketing.
Por
otra parte, tampoco nos ayuda demasiado la definición que de ella
nos da la American Marketing Association (AMA, 1960, p. 20):
"son aquellas actividades comerciales distintas de la venta personal,
la publicidad y la publicity, para estimular la eficacia
compradora del consumidor y del distribuidor: como exposiciones,
muestras, exhibiciones, demostraciones y diversos esfuerzos no pertenecientes
a la rutina ordinaria para intensificar las ventas".
Nos
parece mucho más certera la definición que proponen Vela y Bocigas
(1996, p. 418): "aquella modalidad de comunicación persuasiva de
marketing o promotion, cuyo mensaje consiste en el ofrecimiento
temporal de un valor adicional". Porque, en efecto, los dos rasgos
esenciales de la promoción de ventas son: la temporalidad (los descuentos,
etc. son por un tiempo limitado) y el valor añadido (sea éste: dinero,
regalos, descuentos, concursos, sorteos, un producto de regalo por
cada X comprados, etc.).
En
cuanto a la finalidad, publicidad y promoción se identifican: ambas
formas de comunicación se orientan a regular la demanda de los consumidores
y a incrementar las ventas; pero en casi todo lo demás se distinguen
muy claramente. Por una parte, porque la publicidad suele insertarse
en soportes ya establecidos (los medios de comunicación), mientras
que las promociones generan habitualmente sus propios soportes (regalos,
primas, concursos, etc.).En
segundo lugar, porque la primera se orienta al cambio permanente
de actitudes, a la persuasión, a lograr consumidores para siempre;
mientras que la segunda persigue el cambio momentáneo de conductas,
la motivación impulsiva, lograr una compra inmediatamente.
Por
último, en cuanto al tipo de receptor: mientras que la publicidad
se dirige al consumidor "en general", la promoción busca a consumidores
o revendedores "en particular"; de ahí que algunos hayan señalado
que "la publicidad engloba toda forma de promoción pagada y no personal
de un bien o servicio (...) y la promoción de ventas engloba todo
esfuerzo, predominantemente personal, encaminado a promover un bien,
servicio o institución" (Benito, 1991, pp. 1186).
|