Con
las sugerencias de esta asamblea, se elaboró un nuevo plan de estudios
en el que se introdujeron los siguientes cambios:
-
Desaparecieron aquellas materias de carácter general emparentadas
con las que se imparten en el Bachillerato, pues se daban por ya
conocidas por el alumno; en su lugar, se incluían otras más prácticas.
-
La "Psicología", la "Sociología" y el "Marketing" fueron estrictamente
orientados a la Publicidad y a la investigación de mercados.
-
La "Economía" cobró un interés más definido para la determinación
del papel que juega la Publicidad, así como una mejora del conocimiento
de la estructura económica general de España.
-
Orientación hacia contenidos publicitarios de las asignaturas de
"Arte", "Redacción", "Teoría y Práctica del Grafismo"; y adopción
de una perspectiva muy práctica en las materias "Estrategia Publicitaria"
y "Técnicas de los Medios".
Finalmente,
el nuevo plan de estudios incluyó una serie de recomendaciones muy
concretas respecto a la amplitud de las materias, la limitación
de las horas lectivas, la capacidad física de las aulas, etc.
A
la vista del éxito obtenido en esa segunda reunión, el Instituto
Nacional de Publicidad convocó un año después la III Asamblea
de Enseñanza Publicitaria, que tuvo lugar en Palma de Mallorca
entre los días 7 y 10 de julio de 1969 (Publicidad, 1969b). El plan
de estudios había sido revisado en la pasada asamblea, así que esta
vez el orden del día obvió por completo esta cuestión y se centró,
en cambio, en aspectos de la organización docente que habían quedado
sin revisar el año anterior: programas de algunas materias clave,
convalidación de asignaturas, libros de texto, etc. Entre las aportaciones
más interesantes de aquellas jornadas cabe destacar:
1.
Unificación de los programas docentes. La asamblea aprobó, como
proyecto de estudio, el temario detallado por asignaturas, que había
sido elaborado recientemente por la Escuela Oficial de Publicidad
de Barcelona. Aunque, se indicaba en las conclusiones, cada
Escuela podrá desarrollar ese temario adaptándolo al sistema de
enseñanza que considere más apropiado.
2.
Reconocimiento del trabajo fin de carrera, que era ya obligatorio
para la obtención del título, y que ahora deberá ser presentado
por las Escuelas privadas al examen de reválida con un informe previo
a su calificación final. Consiste "en el desarrollo total de una
campaña publicitaria y deberá presentarse a la aprobación de un
tribunal integrado por el director de la Escuela, que actuará de
presidente, y de cuatro profesores de la misma" (35).
3.
La convocatoria de un concurso, por parte del Instituto, para la
elaboración de libros de texto oficiales. Con ello se dio un paso
de gigante para lograr la adecuada definición de las nuevas materias
publicitarias.
3.1.1.2.
Hacia una concepción universitaria de la Publicidad
Mientras
tanto, otros factores ajenos a la Publicidad empujaban la docencia
referida a medios de comunicación por derroteros muy próximos a
la vida universitaria.
El
primer paso lo había dado Manuel Fraga, ministro entonces de Información
y Turismo, con la redacción de la famosa Ley de Prensa de
1966. En ella abogaba por una más completa formación de los periodistas
y establecía la conveniencia de que los profesionales del periodismo
-aunque su genérica alusión incluía a todos los profesionales de
la comunicación social- obtuvieran un título universitario para
después lograr el reconocimiento del título oficial de periodista.
Consecuencia
de esa ley fue que un año después, al aprobarse el nuevo plan de
estudios de la Escuela Oficial de Periodismo, se introdujeran
dos importantes cambios: una duración de cuatro cursos académicos,
en lugar de tres, para los nuevos planes de estudios; y la necesidad
de tener aprobado el preuniversitario, para los nuevos candidatos
(Ministerio de Información y Turismo, 1967).
De
esta forma, iba cobrando forma la necesidad urgente de que los profesionales
de la comunicación tuviesen una formación universitaria específica.
A través de la creación de una Facultad de Comunicación Social,
como quería llamársele en un principio, o de Ciencias de la Información,
como terminó denominándosele.
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