3.
PUBLICIDAD, COMUNICACIÓN Y EDUCACIÓN. CONCEPTOS Y PRESUPUESTOS
Juan
Salvador Victoria Mas
Universidad
de Málaga
3.1.
Perspectiva histórica
Resulta
recurrente la afirmación de que los estudios de Ciencias de la Comunicación
aún no han alcanzado la madurez y estabilidad propias de otras disciplinas
con una mayor tradición académica. La razón principal -aunque no
la única- sería bastante obvia: la mayoría de esos otros campos
han tenido un superior bagaje en tiempo, intensidad y recursos para
la investigación.
Efectivamente,
lo anterior no por evidente deja de ser realista. Sin embargo, muchas
de las tradicionales disciplinas universitarias no gozan de la influencia
social y económica de los estudios impartidos en nuestras aulas.
En relación con el aspecto de la economía, por ejemplo, la actividad
publicitaria en España representa aproximadamente el 2,5 por 100
del PIB, según la Asociación Española de Anunciantes (AEA, 1999).
Pero su importancia no sólo se deriva de la actividad que desarrolla
en conjunto o del volumen de trabajo que genera; probablemente el
mayor valor de la publicidad viene determinado por el papel que
asume como herramienta empresarial al servicio de los demás sectores
de la economía.
A
la vez, los estudios de comunicación gozan, cada vez más, de una
gran aceptación entre los estudiantes de las nuevas generaciones.
Lo que, por cierto, no ha dejado de ser un inconveniente a la hora
de prestar esas atención "personalizada" que requiere -en la actualidad
más que nunca- todo centro docente. Según datos del Instituto Nacional
de Empresa en el curso 80-81 había 7.043 alumnos matriculados en
Ciencias de la Información en España; a partir del curso 89-90,
fueron ya más de 20.000.
Estas
dos razones fundamentales -la influencia social y económica y la
gran demanda estudiantil-, unidas a la carencia descrita en el primer
párrafo, han representado una importante motivación a la hora de
concebir y redactar este capítulo.
Para
el desarrollo del contexto y la definición de su objeto de estudio
nos detendremos, en primer lugar, en la descripción de la evolución
histórica de la docencia publicitaria en España; y, ya en el siguiente
apartado, analizaremos la actualidad de la docencia publicitaria
en nuestro país, para finalmente presentar el marco de los nuevos
planes de estudio; por último, cierra este capítulo la exposición
de algunos aspectos conceptuales en torno a la definición de publicidad.
3.1.1.
Docencia de la publicidad en nuestro país
En
este primer apartado nos proponemos tres objetivos fundamentales:
en primer lugar, delimitar las grandes etapas en el desarrollo del
marco histórico general de la docencia publicitaria en España; en
segundo lugar, situar los orígenes de la enseñanza reglada y, por
último, analizar los cambios históricos en la concepción de los
planes de estudio.
Grandes
etapas en el desarrollo del marco histórico general de la docencia
publicitaria en España
A
nivel internacional, la antigüedad de su docencia no llega a traspasar
más allá del siglo XX, pero aún así podemos constatar un intenso
itinerario en su recorrido histórico. Fuera de nuestras fronteras,
el primer curso académico sobre publicidad del que tenemos noticia
fue el impartido por Walter Dill Scott en la Northwestern University,
en la temprana fecha de 1904. En ese mismo año, este profesor universitario
publicó su conocido libro The Theory of Advertising: a single
exposition of the principles of psychology in their relation to
successfull advertising (1904).
En
España, a pesar de su incorporación más o menos reciente al abanico
de licenciaturas universitarias, la Publicidad ha sido objeto de
investigación y enseñanza desde hace ya varias décadas. El primer
profesor que pronunció una conferencia o un curso sobre la actividad
publicitaria, fue Pedro Prat Gaballí en el año 1915. Debido a que
las agencias de publicidad existían en nuestro país desde 1857,
algunos autores han supuesto que, con anterioridad, se habrían impartido
en España algunos cursos breves sobre la materia para la formación
de los primeros profesionales del sector,; pero esta suposición
es difícil de corroborar.
|