3.4.2.
El uso Educativo y Cultural permenente de las TICs en su Convergencia
Digital
Ahora
bien, desde hace años, el principal campo de aplicaciones de las
TICs dentro del sector educativo y cultural, ha sido en el ámbito
de los campus universitarios, donde las personas que participan
en estos espacios educativos y culturales acceden tanto a procesos
de formación de grado superior, de postgrado, de formación continua
o permanente, como de investigación, difusión o divulgación del
conocimiento científico, tecnológico, cultural y artístico. Y una
razón para considerar este tramo educativo, es que por su población
adulta, la aplicación de las TICs, y su convergencia digital, puede
ser más amplia que en el caso de los niveles educativos anteriores
a los grados superiores. Es aquí, en este nivel educativo, donde
los alumnos tienen más motivación para el estudio y el aprendizaje
se hace más flexible, apareciendo nuevas configuraciones: aprendizaje
en casa, aprendizaje en el puesto de trabajo y aprendizaje en el
centro educativo. Este concepto será aplicable tanto a los alumnos
que siguen la enseñanza presencial, como a los que siguen la enseñanza
a distancia o a través de fórmulas mixtas, y donde cobra su gran
importancia las TICs al ser utilizadas como el soporte esencial
de la formación virtual o a distancia.
Actualmente
existen diversos modelos de aplicación a los esquemas de la educación
superior, siendo los más representativos los dos siguientes:
La universidad
presencial con servicios y actividades complementarias virtuales,
las cuales facilitan por medio de las TICs, recursos pedagógicos
o didácticos, como pueden ser los apoyos al aprendizaje, acceso
a documentación en línea, videocomunicación a través de la red
con profesores y otros alumnos, etc. Y por otro lado, corresponde
a un modelo mixto,
La universidad
virtual, la cual ofrece una oferta educativa a distancia mediante
la red de Internet o haciendo uso de otras TIC, ya sea a través
de los modelos pedagógicos nombrados como aula virtual o campus
virtual, casi siempre adscritos de forma complementaria a una
universidad presencial, o bien autónoma y, en ciertos casos, incluso
independientes, con la total conceptualización e informatización
de la gestión y la docencia universitaria.
Con la convergencia
digital de las TICs, tanto los alumnos del postgrado como los investigadores
trabajan muy a menudo de una manera autónoma y necesitan acceder
a información muy especializada para completar su formación. Se
trata de una etapa en la que el contacto entre colectivos es importante,
ya que apoya el intercambio de conocimientos y experiencias. Las
TICs facilitan la creación de grupos de investigación formados por
especialistas de universidades de todo el mundo y gracias a ellas
se facilita la compartición de bases de datos y de publicaciones.
La convergencia digital de las TICs podrá facilitar la colaboración
en tiempo casi real, algo prácticamente inimaginable sin este tipo
de tecnologías.
Cada vez más,
el conocimiento deja de ser un activo propio de los centros educativos
y de investigación para convertirse en un bien, que es generado
por otros agentes como las empresas y diferentes organismos de estudio
y análisis científico o tecnológico. Bajo este escenario, por ejemplo,
las propias universidades tradicionales no son capaces de legitimar
e institucionalizar la gran cantidad de conocimiento que se genera
cada día en otros sectores productivos o sociales.
Por otro lado,
los planes de estudio no están siempre lo bien adaptados que se
desearía a las necesidades del mercado laboral. Estos hechos hacen
que sean necesarias las TICs, como medio para compartir de una manera
más ágil todo ese conocimiento y para cooperar de una manera más
estrecha con otras instituciones generadoras del conocimiento más
allá de la universidad. No hay que olvidar que la universidad ha
de moverse a la misma velocidad que lo hace la sociedad. En este
sentido debe ser una institución que se adapte o se vincule a las
necesidades del mercado laboral.
Las TICs pueden,
en definitiva, facilitar la comunicación y el trabajo cooperativo
entre las empresas, la administración pública, los centros de investigación
y formación superior y la universidad, con el objetivo de formar
adecuadamente a las personas para que sean competitivas en el mercado
laboral y preservar y generar nuevo conocimiento.
Desde
esta perspectiva, en el campo universitario, pero sobre todo, empresarial,
se ha iniciado la valoración de un nuevo campo formativo y profesional
denominado gestión del conocimiento (121) que
ayuda a seleccionar, filtrar, analizar y presentar la información
de interés para las corporaciones, con el fin de difundir los conocimientos
más relevantes. Es cierto que las TICs pueden ofrecer un soporte,
no sólo para la propia gestión administrativa de los centros educativos
y culturales, sino de la propia información y conocimiento que generan.
|