Debe ser un aprendizaje auto-regulado. Lo normal es que el aprendizaje sea dirigido, al principio, por el profesor, porque es el que sabe lo que hay que aprender y cómo hay que aprenderlo. Es lo que se llama un aprendizaje basado en el hetero-control. Pero, a medida que el aprendizaje avanza, el profesor tiene que transferir al alumno la dirección de ese aprendizaje. En este momento se pasa del hetero-control al auto-control, es decir, al aprendizaje autorregulado (Vygotsky, 1978). Si, como han señalado los expertos (Perkins, 1992), lo más importante del aprendizaje no es lo que se aprende, sino el aprender a aprender, sólo se puede decir que un alumno ha aprendido a aprender cuando es capaz de aprender por sí mismo, cuando puede dirigir su aprendizaje. En este caso, el alumno ya ha conseguido una cierta autonomía personal (Zimmerman, 1986). Esto no significa que haya que prescindir del profesor. Al contrario, en el aprendizaje auto-regulado el profesor realiza una labor todavía más importante que en el estadio de heterocontrol, porque ahora es cuando el alumno necesita un tipo de ayuda o de mediación más cualificada. En la metáfora del andamiaje, la tarea del profesor es análoga al andamio que se utiliza para construir una casa, pero cuando la casa está construida, al menos por fuera, el andamio se quita y son otros los instrumentos que se utilizan para terminar la casa; ahora se trabaja en el interior (Vygotsky,1978).

Conviene que el aprendizaje sea interactivo. Las ventajas del aprendizaje interactivo son muchas. Entre ellas, permitir a cada uno de los miembros del grupo construir el conocimiento de manera propia y personal a partir de los diferentes puntos de vista que cada uno de ellos tiene sobre la información adquirida. La construcción del conocimiento es cualitativamente más rica cuando una persona tiene numerosas versiones de un mismo suceso o fenómeno de la realidad y puede, a partir de todas ellas, construir la suya propia, como han señalado las nuevas corrientes del aprendizaje: el constructivismo, el aprendizaje cooperativo o la teoría de la flexibilidad cognitiva (Bruner, 1990; Spiro, 1992). Las diferentes versiones de un mismo fenómeno provocan en el alumno un cierto conflicto conceptual, una especie de desequilibrio, al sentirse de alguna manera atrapado por esas diferentes interpretaciones de una misma situación. Cuando logra esa construcción personal, recupera el equilibrio y,con él, la posesión del conocimiento aunque, en este caso, asentado en un nivel más elevado (Piaget, 1970).

El aprendizaje interactivo permite a los estudiantes pasar, como decía Popper (1999), del mundo 2 al mundo 3, es decir, de la construcción personal a la construcción social del conocimiento, aprendiendo a trabajar dentro de una comunidad científica que se esfuerza por ampliar los horizontes de la ciencia y generar conocimientos que pueden mejorar la sociedad, especialmente en un contexto tecnológico, como se ha puesto de relieve en las nuevas comunidades de aprendizaje (Scardamalia y Bereiter, 1996). En el cuadro siguiente se pueden observar los pasos o parámetros del modelo que deben seguir alumnos y profesores para lograr un aprendizaje correspondiente a los rasgos anteriormente descritos.

En el aprendizaje, como en cualquier actividad humana, se puede señalar tres aspectos o dimensiones fundamentales: querer (la voluntad), poder (la capacidad) y decidir (la autonomía) (Figura, 6).

Figura 6. Autonomía

 

Figura 7. Construcción del conocimiento. (Beltrán y Pérez, 2003)

Al tratar de identificar qué ocurre cuando una persona aprende, nos encontramos con que, desde el punto de vista constructivista, lo que hace una persona al aprender es construir el conocimiento, transformar la información en conocimiento. Esta actividad es extremadamente compleja y en ella deberían intervenir, al menos estos, los siguientes fenómenos, como se advierte en la figura adjunta: un proceso de sensibilización que motiva al estudiante para aprender (voluntad), un proceso de elaboración que le permite transformar la información en conocimiento (capacidad), un proceso de personalización que hace esa transformación original y crítica (capacidad), un proceso de aplicación que transfiere y proyecta los conocimientos para modificar y transformar la realidad (capacidad) y un proceso de planificación, control y evaluación que favorece la toma de decisiones del estudiante en cualquier momento antes, durante y después del aprendizaje (autonomía).

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