Los
centros educativos, que tienen la posibilidad de iniciar
un debate interno gracias a su presencia y participación en el
Observatorio. Además, el contacto con otros centros les ha de
permitir el intercambio de experiencias y la asesoría entre los
diversos coordinadores de informática de los centros.
Los
profesores de enseñanza no universitaria, en tanto que se
puedan ofrecer elementos de decisión y mejora respecto al uso
educativo de Internet. La orientación y asesoría que puede recibir
a partir de los materiales que se elaboren y del descubrimiento
de experiencias relevantes en otros centros les puede ayudar en
su quehacer diario. Finalmente, el debate y el intercambio de
ideas pueden favorecer procesos de cambio tanto en metodologías
como en actitudes.
La comunidad educativa, que dispondrá de datos fiables
tanto cualitativa como cuantitativamente que deberán servir tanto
para la planificación estratégica de recursos como para fomentar
el debate en la toma de decisiones. Es decir, que a partir de
las conclusiones del estudio podrán tomar decisiones de mejora
en relación a su labor; por ejemplo en el enfoque dado a la formación
de profesorado en el uso de las TIC, en los criterios de distribución
de recursos, en las líneas específicas de investigación a proponer,
etc. Podemos definir como destinatarios:
La Administración
educativa, en tanto que garante de la calidad de la educación
en el territorio que les sea competente, para que pueda disponer
de indicadores fiables que le permitan tomar decisiones que orienten
sus políticas educativas en relación con la introducción y el
uso de Internet en la educación.