(Continuación)
Como decíamos más arriba, el interés del estudio de Atkin radica
no tanto en la temática abordada, sino en la aproximación metodológica
centrada sobre el análisis de las situaciones en contextos en los
que se produce la interacción del niño con la televisión. Queda
mucho por recorrer, pero la aplicación de teorías ecológicas para
realizar un mapa de las influencias en acción ha abierto un camino
de potenciales éxitos en la comprensión de dicha interacción.Finalmente,
Atkin realiza una tipología de los contextos ecológicos en los que
se produce la mediación paterna del uso de los medios que encuadra
en los tres grandes sistemas clásicos de Bronfenbrenner. Así, en
el plano de las influencias del microsistema, los niños que no reciban
regulación verán una mayor variedad y duración de la programación
en más ocasiones; en los hogares con niños más jóvenes (preadolescentes)
y niñas se producirá una mediación más inmediata (por considerar
a estos niños más vulnerables a la influencia de la televisión);
los niveles de mediación serán menores con un número mayor de niños
y en familias uniparentales. Algunas influencias del macrosistema
explicarían el hecho de que en los hogares tradicionales (sin televisión
por cable) de estatus socioeconómico bajo se vea más televisión
y se produzca menos mediación que en las familias de estatus más
alto o que los hogares “de nuevos medios”, generalmente con un estatus
socioeconómico mayor, tiendan a ver más televisión; la mediación
está todavía indeterminada en estos contextos. Por último, en el
apartado del exosistema cabría situar el hecho de que los
programadores ofrezcan más contenidos “indecentes” para atraer a
audiencias más diversificadas –y por tanto reduciendo la programación
infantil, una tendencia que puede verse también en España– o de
que los niños de hogares con un entorno mediático más nuevo (vídeos,
televisión por cable o satélite) tienen acceso a una mayor variedad
de programación que los niños de hogares tradicionales.
Queda sin explicar cómo puede la mediación paterna potenciar o
contrarrestar la incidencia de los factores del contexto. En el
apartado siguiente nos ocuparemos de ello, no sin antes referirnos
a la precaución necesaria que debe adoptarse antes de trasladar
al contexto cultural español los datos y las conclusiones procedentes
de estudios realizados en un contexto cultural como es el estadounidense,
en el que la familia presenta características muy diferentes de
las que se pueden encontrar en nuestro país. Nuevamente, nos encontramos
ante la necesidad de abordar estudios específicos en el entorno
cultural español –o de cualquier otro país en el que se quieran
adoptar políticas de investigación o de intervención basadas en
el conocimiento de la propia realidad– antes de generalizar los
hallazgos a la propia situación.
Con todo, y como decíamos más arriba, el interés del estudio de
Atkin radica no solo o no tanto en la temática abordada, sino en
la aproximación metodológica centrada sobre el análisis de las situaciones
en contextos en los que se produce la interacción del niño con la
televisión. Queda mucho por recorrer, pero la adopción de un enfoque
ecológico para realizar un mapa de las influencias en acción ha
abierto un camino de potenciales éxitos en la comprensión de dicha
interacción.
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