1. La atención es el sistema básico de orientación y posicionamiento
del niño en el entorno perceptivo. En un mundo cultural denso y
ruidoso el niño necesita, de manera muy especial, una función atencional
sólidamente desarrollada.
2. Existen indicios de un proceso de alteración creciente de los
marcos culturales y el tejido de recursos sociales para construir
la atención voluntaria y la percepción consciente; especialmente
se ha denunciado la “explotación atencional” por parte de ciertas
producciones en televisión como medio forzado de cautivar audiencias.
Los niños que ven demasiada televisión (especialmente programas
que emplean la “explotación atencional”) tienen un riesgo elevado
de sufrir retrasos y alteraciones en el desarrollo de su atención
voluntaria y de su percepción inteligente.
3. Existen asimismo indicios del aumento de problemas de atención
sostenida en las tareas escolares en muchos niños de las nuevas
generaciones, tanto con patologías definidas y diagnosticadas como
tales (síndrome TDAH), como con afectaciones más leves de su capacidad
atencional y directiva.
4. El recurso a programas educativos bien diseñados dirigidos a
los niños con problemas atencionales puede paliar el retraso atencional,
al construir la atención voluntaria y recomponer el modo atencional
ante el cine y la TV, así como al desarrollar capacidades perceptivas
avanzadas específicas para guiar las actividades voluntarias esenciales
en el aprendizaje escolar.
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