4.2. Enfoque metodológico

Lo que más ha llamado nuestra atención, tras la revisión efectuada de las distintas fuentes documentales, es la diversidad de los planteamientos metodológicos empleados. Para abordar el objeto de estudio que nos ocupa, los investigadores han realizado estudios experimentales y cuasiexperimentales, observacionales, etnográficos e incluso metateóricos.

Las investigaciones cuasiexperimentales son las más utilizadas, probablemente por el hecho de que al interesarse la mayoría de ellas por habilidades, capacidades, actitudes, aptitudes, autoestima… en definitiva aspectos psicológicos, han de basarse en escalas preexistentes en ese área de conocimiento para especificar aspectos concretos en lo relativo a los videojuegos. De hecho, resulta lógico pensar que la metodología más utilizada sea la cuasiexperimental ya que parece ser la más adecuada para abordar los efectos, mientras que los otros tipos de metodologías cualitativas se mostrarían como más idóneas para ocuparse de los procesos.

La mayoría de los estudios realizados, durante el acopio de datos acerca de ciertas variables establecidas, han sido efectuados sobre un determinado videojuego elegido entre los disponibles en el mercado. En otros casos se construye un juego “ad hoc” para comprobar algunas hipótesis planteadas. Destacan en esta línea investigaciones como las de Marqués (2000), Estallo (1995, 1997), Calvo (1998), Greenfield (1984, 1994), Greenfield, Brannon, Lohr, (1994), Trémel (2000), Dorval y Pépin (1986), Dominick (1984), Griffith et.al (1983), Maeda, Murphy, Huff y Collinson (cit. en Mediascope), Chambers y Ascione (1987), Anderson y Ford (1986) entre otros.

En los estudios etnográficos que utilizan la descripción a través de la observación destacan Perriault et al (1985), Trémel (2001), Bruno y Trémel (1995), Myers (1984 / 1987), Turkle (1985) y Jenkins (1995, 1998, 2000), en concreto, este último estableció un análisis comparativo entre la literatura infantil, el juego infantil tradicional y los mundos digitales.

En la revisión de investigaciones que hemos llevado a cabo para este informe, nos encontramos con dos autores que son partidarios del meta-análisis como técnica: Jenkins y Sherry (2001), este último autor es adepto al uso de este procedimiento por el poder de generalización de sus resultados, ya que se integran en una misma investigación los datos concluyentes de varios estudios, proporcionando un potencial estadístico considerable

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