La historia de la industria informática nace en 1971 cuando la compañía norteamericana Intel desarrolla y construye el primer chip, al que denominó 4004. A partir de ese instante, comienza una etapa en la que se empiezan a reunir todos los elementos que posteriormente constituirían un ordenador: la Unidad Central de Procesamiento (CPU), la memoria, los controles de entrada y salida, en un pequeño dispositivo cuya aplicación abarcó amplios campos de la industria: automóviles, lavadoras...

Pero el primer ordenador personal, tal y como hoy lo conocemos, no apareció hasta años después. El contexto social estaba marcado por el final de la Guerra Fría, la carrera espacial... En España vivíamos un proceso de transición hacia la democracia y se comenzaba a atisbar el progreso económico y social del país.

En este contexto, concretamente el 12 de Agosto de 1981, la compañía IBM sacó al mercado el primer ordenador para el uso del ciudadano de a pie, lo que se bautizó como el primer ordenador personal (Personal Computer o PC), que llevaría la informática a los hogares y ampliaría su entorno de difusión y utilización: hasta entonces, los ordenadores sólo estaban insertos en las grandes compañías empresariales, en las redes de defensa, en los centros de investigación..., ahora se abren a nuevos entornos familiares, escolares, y también a nuevos usos: información, creatividad, entretenimiento.

Las ventas del IBM-PC superaron todas las expectativas y previsiones, ni los más optimistas pudieron prever el volumen de ventas de dicho ordenador, que en un mes superó la cifra de 241.683 dólares, cifra que la propia compañía se había propuesto alcanzar en cinco años.

A partir de entonces, comenzaron a proliferar dispositivos orientados tanto al ámbito profesional como al doméstico:

• Apple II : primer ordenador con pantalla a color
• Amstrad CPC-464 y su sucesor CPC-6128: que ya contaba con 128 Kbytes de memoria RAM
• HP-150: diseñado con pantalla táctil y unidad de disco de 3,5 pulgadas
• Victor 9000: que podía almacenar 1,2 Mbytes en discos de 5,25 pulgadas.

Sin embargo, a pesar de que estos ordenadores poseían características que el PC de IBM no podía ofrecer, ninguno de sus procesadores admitía instrucciones de más de 8 bits, por lo que sólo se podía utilizar software muy básico y que se restringía, prácticamente a hojas de cálculo, procesadores de texto, o videojuegos tipo arcade. Éste fue el gran éxito de la compañía, el incluir dentro de sus aparatos el procesador de Intel 8088, que marca el paso de la informática de 8 a 16 bits. A ello hay que añadir el prestigio ya obtenido por la compañía, así como su pericia comercial.