Las fuentes de información secundarias son el primer punto de partida para la investigación. Se utilizan cuando los datos necesarios no existen o no son exactos. Las fuentes secundarias están constituidas por toda la información existente, que se ha recogido con otro fin, por ejemplo (libros, anuarios…). La disponibilidad de este tipo de información es inmediata. Es por tanto información elaborada con antelación al problema de decisión al que se enfrenta la empresa. Las fuentes secundarias se dividen en internas y externas. Las internas son las elaboradas por la propia empresa, incluyen la mayoría de los estados contables, estadísticas de ventas, información financiera, investigaciones realizadas en el pasado. Las fuentes externas proceden de otras empresas: organismos públicos, empresas de investigación, etc.
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