Se trata de una copa ancha, de gran cavidad de forma abombada. Aunque tradicionalmente eran un poco más pequeñas que las de agua, en la actualidad se suele utilizar una gran copa. No se llena del todo al servir la mesa. Normalmente la copa de agua es la más grande porque se puede beber en mayor cantidad. El vino se debe beber con más moderación y además, para conservar su temperatura óptima no conviene que este mucho tiempo en la copa, y si esta es grande, hay más posibilidades de que esto suceda.
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