Es la capacidad de ver entornos que con bajos niveles de iluminación. Muchas especies poseen esta habilidad; el hombre también, pero muy limitada (no percibimos niveles de iluminación demasiado bajos, ni longitudes de ondas superiores a los 780 nanómetros), y necesita de aparatos sofisticados para mejorarla (cámaras infrarrojas y cámaras amplificadoras de luz). En cambio, otros animales tienen mejor visión nocturna, porque poseen una estructura llamada tapetum detrás de los ojos que refleja la luz para mejorar su sensibilidad.
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