Se llama así a una gama de relés que actúan en función del valor de impedancia por fase del elemento protegido. Se emplean preferentemente en líneas de transporte, donde la impedancia es proporcional a la longitud de línea. En caso de cortocircuito, la tensión disminuye, ya que no puede mantener su valor cuando la corriente aumenta bruscamente. Es decir, la impedancia de la línea disminuye. El relé está formado por dos bobinados, uno para la tensión y otro para la corriente, que se ajustan para el valor de impedancia de servicio de la línea. Al producirse el cortocircuito, el efecto de los bobinados no está equilibrado, lo que provoca la apertura de los contactos.
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