Señal que contiene la información que se quiere transportar. Debido a su naturaleza esta señal no puede atravesar el medio de propagación, por lo que necesita otra señal que sea adecuada (portadora) y la pueda transportar en las mejores condiciones. Por ejemplo, para que el sonido llegue a gran distancia es necesario un gran gasto energético. Su naturaleza no permite que se transmita a través del aire más allá de unos metros. Sin embargo, las señales de altas frecuencias pueden llegar a miles de kilómetros. El sonido se convierte en la señal moduladora (la información) que modula a la portadora (señal de alta frecuencia).
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