Control que incorporan muchos equipos de sonido, también llamado corrección fisiológica. Su función es compensar la no linealidad del oído humano, lo que provoca que no se perciba el mismo grado de sonido para todas las potencias de salida del amplificador. A potencias bajas, nuestro oído no percibe los componentes de baja frecuencia del sonido, por lo que muchos fabricantes incorporan un filtro paso bajo, asociado al control de volumen, que modifica la respuesta de frecuencia del amplificador cuando el volumen está bajo. Al aumentar el volumen va disminuyendo esta modificación, desapareciendo totalmente cuando el control de volumen supera la mitad de su recorrido.
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