Técnica de control de la actividad ovárica utilizada en zootecnia para mejorar la eficacia reproductiva. Esta técnica propicia la disminución de los problemas relacionados con la detección del celo, permite planificar mejor la reproducción, la producción y la organización de la empresa ganadera, incrementa el ritmo de la reproducción, abarata el uso de ciertas técnicas como la inseminación artificial, concentra la paridera y permite equilibrar camadas. La inducción del celo puede llevarse a cabo utilizando dos tipos de métodos: de manejo (efecto macho, control del destete, sobrealimentación previa a la cubrición y control de parámetros ambientales), y hormonales (por medio de progesterona y progestágenos, gonadotropinas y sustancias luteolíticas).
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