Del griego antiguo, hydro (agua) -philia (amor). Que muestra atracción por el agua, ya se refiera a la superficie de un material o a una molécula. Las sustancias hidrofílicas, por tanto, serán aquéllas que, bien por las características físicas de su superficie, bien por poseer determinadas moléculas, absorben el agua del medio de manera espontánea. El proceso implica por lo general la formación de puentes de hidrógeno entre las moléculas de la sustancia hidrofílica y las moléculas de agua.
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