Se trata de un gas químicamente inerte, con excelentes propiedades aislantes, formado por un átomo de azufre rodeado por seis átomos de flúor. A temperatura ambiente es un gas muy estable y no tóxico. A partir de 500 °C, se descompone por el calor. No existe en estado natural, por lo que debe obtenerse por síntesis de sus elementos. Se utiliza en cámaras de apertura de contactos de interruptores automáticos, para extinguir el arco que se forma. El gas es soplado sobre el arco a alta presión por medio de un pistón, enfriando el mismo, lo que evita su cebado. Se utiliza en toda la gama de tensiones, siendo de uso exclusivo a partir de 400 kV. En media tensión, se utiliza en las celdas modulares de los centros de transformación.
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