Cuando circula una corriente alterna por un cable se crea a su alrededor un campo magnético que genera una fuerza contraelectromotriz en su seno o en los conductores situados en las inmediaciones. La intensidad real que circula se hace más pequeña que en el caso de que el mismo cable transportara una corriente continua equivalente. Este fenómeno provoca una diferencia en la distribución de la intensidad en el interior del cable. La corriente de baja frecuencia se distribuye en las zonas más interiores del conductor. La corriente de alta frecuencia se distribuye por las capas más externas, que al tener menor sección, presentan mayor resistencia al paso de la corriente. Este efecto es importante en los conductores de gran sección por los que circulan corrientes de frecuencia elevada. Se aplica a los sistemas de transmisión de información a través de la red eléctrica que utilizan corrientes portadoras, ya que se emplean frecuencias mayores que los 50 Hz de la red.
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