Fenómeno producido en la variación de la percepción de los colores cuando la iluminación es baja, como ocurre, por ejemplo, de noche. En estas condiciones, se produce una desviación en la longitud de onda que mejor se percibe, pasando del máximo de longitud de onda de 555 nm (amarillo verdoso) típico de condiciones de buena luminosidad, al máximo de 480 nm (azul verdoso) durante la noche.
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