Es uno de los estados contables que integran las cuentas anuales previsionales de la empresa y consiste en realizar una previsión de ingresos y gastos para un periodo de terminado, normalmente anual, calculando por diferencias los resultados estimados (beneficios o pérdidas). En su elaboración es necesario atender al principio contable del devengo y a la corriente real (ingresos y gastos) antes que a la corriente monetaria o de tesorería (cobros y pagos), pues normalmente no coincidirán. Es conveniente tener en cuenta las oscilaciones que puedan producirse en las ventas, si la empresa realiza una actividad de tipo estacional, así como ir desglosando los resultados en cascada (beneficio bruto, beneficio antes de intereses e impuestos, beneficios antes de impuestos, beneficio neto, etc.). Constituye una de las partes del plan de negocio que han de elaborar los promotores que desean crear su propia empresa y se integra dentro del plan económico-financiero con el que se estudia la viabilidad del proyecto en su conjunto. Es aconsejable que se haga para los tres primeros años de actividad de la empresa, aunque puede desagregarse con más detalle para el primer ejercicio y menos para los siguientes: datos mensuales para el primer año; datos trimestrales para el segundo; datos semestrales para el tercero. Conviene no olvidar que en el primer año de actividad, la empresa puede necesitar cierto tiempo, a veces varios meses, para obtener sus primeros ingresos.
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