Un sistema es estable si todos sus polos se encuentran en el semiplano izquierdo del mapa de polos y ceros (parte real del polo negativa), de forma que analizando el signo de los ceros del denominador de la función de transferencia se puede conocer si es o no estable. En esto se basa el criterio de Routh, en un método que permita conocer el signo de los polos de un sistema de control. Primero se analiza si algún coeficiente del denominador es negativo o cero (existe algún polo positivo, sistema inestable) , después se construye la tabla de Routh de forma que si todos los elementos de la primera columna son positivos el sistema será estable, mientras que los ceros y cambios de signo indicarán el número de polos inestables.
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