Se representa a través de la denominada Curva de Pareto-Lorenz. Es una herramienta de clasificación y análisis de la cartera de productos, que permite clasificarlos en relación con su aportación a las ventas totales. Se establecen tres categorías de productos: A, B y C los primeros con un 20% de cantidad vendida aportan unas ventas que se estiman en el 80%, el personal les dedicará la mayor parte de sus esfuerzos. Los productos B, sobre un 30% aportan el 15% de las ventas y los últimos que representan una mayoría sobre el 50% solo aportan el 5%, productos que tienden a ser eliminados. Igualmente es utilizada para la gestión de existencias en almacén y la de los lineales en la zona de ventas.
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