Un aislador introduce una avería en una línea, cuando permite el paso de corriente desde el conductor al apoyo que lo sustenta. Al cabo de un tiempo, el interruptor automático que protege la línea se abrirá, indicando la presencia de un fallo. Las causas se pueden clasificar en : a) Averías por conductividad a través del aislador, debida a materiales defectuosos o a la existencia de poros, grietas o burbujas de aire; b) Averías por conductividad superficial, cuando la acumulación de polvo o materiales salinos se combina con la humedad, convirtiendo en conductora la superficie del aislador; c) Averías por rotura del aislador, por vandalismo o envejecimiento del material por exposición a condiciones ambientales severas. La calidad de los materiales empleados y de los procesos de diseño y fabricación, reducen notablemente las dos primeras causas, siendo la tercera la más significativa.
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