Cada uno de los elementos agregados al feto que tienen dependencia, proximidad y estrecha relación respecto a él y que permiten el correcto desenvolvimiento del mismo. Una vez que se ha producido la salida del neonato, lo siguiente es la expulsión de la placenta y de las membranas fetales. Esta expulsión es rápida aunque depende de la especie. Mediante el parto, el útero vuelve a su estado original, siendo necesario evacuar todo aquello que sirvió para el desarrollo embrionario y fetal, pero que ya no tiene razón de ser. En los últimos días de gestación, el epitelio placentario degenera. Durante el parto, las contracciones uterinas juegan un papel importante en la inversión del corion, provocando constricción vascular e isquemia y separando la placenta y preparándola para su expulsión.
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