La recarga de acumuladores se efectúa con un cargador. Existen varias ejecuciones, para conexión a red, conexión al encendedor de cigarrillos en el vehículo, o de funcionamiento por células solares. Estos aparatos convierten la tensión de entrada a la tensión de carga requerida. Los cargadores rápidos se han diseñado para recargar acumuladores niquel-cadmio (ACCU NiCd) en 10 a 60 minutos. Por lo cual se "recargan rápidamente". La electrónica incorporada en el cargador fija la tensión de carga así como la intensidad de carga, aplicando además diferentes criterios de desconexión como por ejemplo la temperatura, tiempo y cambio de tensión. Los diodos luminiscentes incorporados pueden indicar diferentes estados de servicio o de carga. Tras finalizar la carga rápida, el aparato cambia automáticamente a carga de mantenimiento. Ésta compensa la pequeña autodescarga del acumulador de NiCd para que el usuario pueda disponer siempre de una fuente de energía óptimamente cargada. En los cargadores rápidos con tiempos de carga inferiores a 20 min, éstos se indican frecuentemente en relación al estado de carga del acumulador; por ejemplo: En los cargadores rápidos con tiempos de carga inferiores a 20 min, éstos se indican frecuentemente en relación al estado de carga del acumulador; por ejemplo:15 min - capacidad residual de ACCU = 10 %, carga al 100 12 min - capacidad residual 20 %, carga al 100 10 min - capacidad residual 20 %, carga al 80 %, carga restante a través de carga de mantenimiento. (Los cargadores de 3 horas están equipados además con un LED que se apaga al cambiar el cargador después de tres horas a la carga de mantenimiento.)
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