Está constituida por dos tubos en forma de H y cuyos fondos están atravesados por hilos de platino. En uno de ellos se vierte un poco de mercurio muy puro (destilado o lavado varias veces con ácido nítrico). En el fondo de la otra rama se coloca una amalgama de cadmio que se prepara fácilmente calentando dos gramos de cadmio puro con 12 ó 15 gramos de mercurio. Se vierte cuando está fluida y luego quedará allí sólida, en contacto con el hilo de platino de esa rama, que será el polo negativo de la pila. En la rama positiva se añade, encima del mercurio, una pasta formada por sulfato de mercurio y sulfato de cadmio. En la rama negativa se añade una pequeña capa de sulfato de cadmio. Seguidamente en ambas ramas, hasta sobrepasar del tubo horizontal de comunicación, se agrega una disolución saturada de sulfato de cadmio con muchos cristales de esta sal sumergidos en ella. Se cierran ambas ramas pero dejando dentro de una de ellas un espacio vacío en previsión de la dilatación de los líquidos por efecto de la temperatura. El mecanismo químico de producción de corriente queda reducido, en principio, a la disolución del metal cadmio en la rama negativa y a la precipitación de mercurio en la otra. No se deben hacer pasar corrientes superiores a 0’0001 amperios y los intervalos de utilización han de ser cortos. La fem debe contrastarse periódicamente. Su fuerza electromotriz se ha empleado para el establecimiento del voltio internacional, equivalente a 10.000/10.183 de la fem de la pila a la temperatura de 20º C. Se utiliza en laboratorios de medidas eléctricas para realizar calibraciones y mediciones con mucha exactitud. Una de sus principales aplicaciones consiste en utilizarla como referencia en los montajes potenciométricos para medidas de pH y potenciales de oxidación-reducción.
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